Ya en los primeros compases del choque se vislumbraba que el PDV
no iba a tener un día especialmente acertado ya que tardó tres
minutos en anotar el primer punto, permitiéndose el lujo de errar
contraataques, lanzamientos cómodos bajo el aro e incluso tiros
libres.
Mientras, el Cadí se dedicaba a abrir una pequeña ventaja a base
de triples y de su alero, Maite Checa que creaba muchos problemas a
Starbird en ambos lados de la pista. El primer cuarto finalizó 8-15
para las ilerdenses.
En el cuadro local preocupaba el poco acierto de Morales,
Starbird y Dijon, siendo Dieng y Farré las jugadores locales más
destacadas de la primera parte.
A falta de tres minutos para llegar al descanso el marcador
reflejaba un preocupante 20-29, pero más allá de la desventaja de 9
puntos inquietaba la sensación que transmitía el equipo que dirige
Jordi Fernández. Por su parte, el rival jugaba a su ritmo, buscando
cómodos tiros exteriores y cargando con contundencia el rebote
ofensivo.
Pero el técnico del PDV encontró la fórmula para maniatar al
Cadì: colocar una defensa zonal 2-3 que permitió recuperar balones,
lanzar contraataques y entorpecer el ataque de las ilerdenses hasta
colocar en seis minutos un parcial de 16-2 a su rival a caballo
entre el final del segundo cuarto y principios del tercero.
Una actitud defensiva opuesta a la de la primera mitad sumado a
la casta y el acierto de las hasta ahora desaparecidas Morales y
Starbird llevaron al PDV a entrar en los diez minutos finales
comandando el marcador (44-43).
Todo lo que hasta ahora no le había entrado al conjunto de Santa
Eulària empezó a convertirse en canastas a las que el quinteto
catalán trató de responder sin suerte a base de triples.
El primer triunfo de la temporada no se ha hecho esperar, ha
llegado en la segunda jornada de Liga, pero al PDV aún le queda
mucho por mejorar.
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