Un pasaporte para el Mundial 2006 en Alemania está en el aire.
España no puede dar ya más ventajas. Necesita ganar o ganar. La
selección que no acude a un Mundial no existe. Se convierte en
clandestina. Y sus jugadores se devalúan. Por tanto, el equipo de
Luis Aragonés sabe que ponen en liza el orgullo de representar a
millones de españoles, que el próximo verano quieren ver a su
equipo nacional en la gran fiesta del fútbol universal. «Es la
hora. Os toca ganar». Es el mensaje que ha enviado en las últimas
horas Luis Aragonés a sus jugadores. A todos. A los que sabe que
nunca le van a defraudar. A gente que nunca ha sido sospechosa. A
su capitán, Raúl, que iguala mañana a Fernando Hierro con 89
presencias en la absoluta. Y también a futbolistas que están en la
onda, pero a quienes falta dar un puñetazo encima de la mesa y
demostrar que son futbolistas de verdad. Es el día de Joaquín, de
Reyes, de Fernando Torres, de jugadores que deben por fin traspasar
la raya que separa a los buenos futbolistas de los decisivos y
carismáticos.
Luis Aragonés seguro que soñaría con reclutar si pudiera a la
vieja guardia, a gente como Hierro, Nadal y Luis Enrique. Pero esos
ya no están. Es pura nostalgia. Esos que sabían competir los añora
Luis. Hoy toca recoger ese testigo a un equipo más inexperto, con
una media de 24 o 25 años, pero donde habrá individuos con peso en
el concierto europeo en todas las líneas del equipo. El pasillo de
seguridad de Luis Aragonés descansa en Iker, en Puyol, Albelda,
Xavi y Raúl. Todos están con ánimo, conscientes que el rendimiento
ofrecido por España en esta fase previa no ha sido el esperado.
Luis lo tiene casi todo claro. Con Iker en la puerta; con una línea
de cuatro -Salgado, Puyol, Marchena y Antonio López-, un centro del
campo donde son fijos Joaquín, Xavi, Albelda y Vicente, en la banda
izquierda. Arriba, con Raúl se asoma Fernando Torres. España echará
de menos a Xabi Alonso, fijo en los últimos esquemas de Luis. En la
recámara aparece el delantero del Valencia, David Villa. Puede
tener minutos en el segundo tiempo. Es una de las bazas de Luis por
si el partido se complica. Mientras tanto, Aragonés ya ha señalado
que el partido «es el más importante de mi carrera como entrenador
por lo que representa».
España no estará sola. 7.000 emigrantes han confirmado su
presencia en la grada. Provenientes de Bélgica y Holanda. Será
posiblemente uno de los partidos de la historia de la selección
española jugados fuera de casa donde más se va a sentir arropada.
Los presagios del partido no son buenos. Ayer era el turno de la
selección sub 21 y las cosas no pudieron salir peor. Los de Cesc,
Iniesta y compañía perdieron 1-0 ante Bélgica, con gol de
Vermaelen, y se quedan prácticamente fuera de la Eurocopa. Ojalá
que los grandes no sigan el mismo camino.
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