El centrocampista de la Peña Iñigo observa como se escapa un jugador visitante. Foto: GERMÁN G. LAMA

La Peña, casi dos años después, ha encajado su primera derrota en el campo municipal de Santa Eulària en un partido de la liga de Tercera División. Desde el pasado 26 de octubre de 2003, en el que perdió por 1-2 ante el Arenal, el equipo se mantenía invicto en casa. La racha, sin embargo, se cortó ayer ante el Ferriolense debido a la mala suerte del conjunto local y a la efectividad mostrada por los mallorquines de cara a la portería contraria.

El conjunto de Santa Eulària, que también pierde su condición de líder, no tuvo su día. En los primeros minutos salió demasiado frío y eso, ante un conjunto como el Ferriolense, se paga caro. Después de unos primeros minutos de tanteo, el partido se le puso muy cuesta arriba en el minuto 22 en una jugada de verdadero infortunio. Un saque de esquina en principio sin peligro se convirtió en el primer gol visitante tras cabecear a gol en propia puerta el lateral Manolo Aparicio. Ese gol fue una auténtica losa para los de casa, que tardaron en reaccionar, aunque los últimos 15 minutos de la primera parte fueron de claro dominio de la Peña. Hasta cuatro ocasiones, en remates de Vallori, Fernando Silva, Tino y Manolo Rueda, dispuso el conjunto local para empatar, aunque no tuvo puntería.

En el segundo tiempo, y pese a un primer susto de Espadas, que remató desviado en el minuto 53, las ocasiones eran para los de casa, que se fueron decididos hacia el empate. El peligro rondaba la portería de Picazo, sobre todo en acciones a balón parado. En una de esas innumerables oportunidades, Vallori acertó a rematar al fondo de la red tras un saque de esquina por la izquierda de Manolo Rueda. Era el minuto 68 y parecía que la Peña podría darle la vuelta al partido. No obstante, la suerte volvió a dar la espalda al conjunto que dirige Paco Marín que, sólo diez minutos después, vio cómo en un contragolpe visitante, Tolo centró desde la derecha al área y Espadas, libre de marca, cabeceaba a gol. El Ferriolense, que sólo había creado tres ocasiones de gol en todo el partido, volvía a adelantarse.

Los locales, a partir de ese momento, lo intentaron a la desesperada y colgaban uno y otro balón al área defendida por el guardameta Picazo en busca de un remate salvador. No obstante, el conjunto mallorquín, que jugó los últimos minutos con un hombre menos por expulsión del centrocampista Raúl, supo aguantar el tirón y resistió hasta el final. La derrota en casa, la primera en liga de la Peña en prácticamente dos años, se había consumado.