Una imagen del interior de la residencia.

Como cada año llega el mes de septiembre y comienzan las clases de secundaria y estudios superiores. También es el momento en el que comienza de nuevo a trabajar la Escola Balear de l'Esport (EBE) del Govern balear, un Centro de Tecnificación deportiva que con la colaboración del Consejo Superior de Deportes (CSD) selecciona a un determinado número de deportistas para incluirlos en sus programas de tecnificación. Una parte de esos deportistas, 32, se alojarán en la residencia de la EBE en Cala Nova. Son, en su mayor parte, ibicencos, menorquines o mallorquines que residen a más de 50 kilómetros.

A cada uno de esos deportistas la EBE les cobra entre 250 y 280 euros mensuales en concepto de alojamiento. Esta práctica parece un hecho aislado del centro balear, ya que de los centros de tecnificación consultados por este periódico, incluidos en la lista del CSD, ninguno cobra un sólo euro a los deportistas incluidos en sus programas de tecnificación.

Además, al contrario de lo que es habitual, los centros educativos y los lugares de entrenamiento de los integrantes de la EBE están tan alejados que es imprescindible desplazarse en coche, con lo que al final del día se pierde mucho tiempo en desplazamientos. Lo habitual es lo que sucede en el Centro de Tecnificación de Valencia donde la residencia se encuentra junto a los institutos, colegios y las instalaciones deportivas.

En el centro de Los Alcázares (Murcia) la residencia cuenta con 186 plazas y los deportistas incluidos en los programas anuales, que coinciden con el curso escolar, no pagan nada. Mientras que la de Valencia, a pesar de ser privada, tampoco cobra en virtud a una serie de convenios con el gobierno autónomo y las distintas federaciones deportivas.

En situación similar se encuentran los centros de Asturias, Castilla y León y Castilla La Mancha.

Fuentes de distintas federaciones afirman que por la EBE han pasado multitud de deportistas que lo han dejado porque el sistema era incompatible con los estudios y los entrenamientos. Algo parecido ocurre con algunos entrenadores que se han marchado por el escaso salario recibido, lo que provoca cierto éxodo de deportistas detrás de sus técnicos.

Estas mismas fuentes aseguran que la dirección de la residencia ha anunciado su intención de ir subiendo la mensualidad hasta llegar a los 600 euros, cantidad imposible de asumir por muchos de los deportistas presentes ahora en la EBE.

La cuota hace dos años era de 160 euros y el año pasado se subió a 250 con la intención de ir aumentando 90 euros cada año. En años anteriores también hubo problemas por escasez y falta de calidad de la comida, algo que parece haberse subsanado este mismo año.