Sin embargo, eludió valorar si la cantidad abonada era
desmesurada. «Esa pregunta no la tengo que responder yo, sino el
que lo ha pagado», respondió con claridad, al tiempo que reconoció
haber estado «un poco nervioso» durante la presentación. «Es una
experiencia que no conocía y supone un tremendo orgullo que Alfredo
Di Stéfano me haya entregado esta camiseta, además del gran
recibimiento. Es una imagen que no voy a borrar nunca, bastante
bonita», aseguró.
Sergio Ramos, que se puso «totalmente a la disposición del
míster para cuando decida» su estreno, recalcó que parte «de cero»
y sabe que le será complicado hacerse un puesto, ya sea en el
lateral o en el eje de la zaga. «Lo que me gusta es jugar, el
puesto es lo de menos, el míster decidirá lo que va a hacer
conmigo. Estos años me han adaptado a la banda, pero el año pasado
terminé jugando de central y me encontré bastante cómodo», dijo.
«Es un equipo con jugadores de mucha calidad y la competencia es
mucho mayor, pero intentaré ganarme un puesto. Vengo con mucha
ilusión, ganas de trabajar y dar el máximo para conseguir que sea
un año inolvidable», destaca.
Además, asegura estar preparado para hacer frente tanto al hecho
de que en el club blanco es difícil ser defensa como a que las
críticas se magnifiquen. «En un equipo como el Madrid es complicado
jugar en defensa porque tiene bastantes jugadores que se van al
ataque y cualquier fallo sobresale, pero me comprometo a afrontar
el reto», aseguró.
El nuevo jugador mernegue se mostró «orgulloso» de poder lucir
la camiseta que en su momento llevara Fernando Hierro, «un número
(el 4) tan especial para él y el Real Madrid». Finalmente, se
refirió y agradeció el apoyo que ha recibido en la concentración
con la selección nacional de los que serán sus nuevos compañeros.
«Con Raúl, Iker o Míchel tengo que agradecerles el trato».
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