Carlos de Torres |CERLER
El español Roberto Laiseka, del Euskaltel, con 36 años uno de los más veteranos del pelotón, conquistó la cima de Cerler en la undécima etapa de la Vuelta a España y dio a su equipo la primera victoria en la presente edición, mientras que el ruso Denis Menchov salió ileso en el terreno de Roberto Heras y se confirmó como principal favorito.

Laiseka aplicó veteranía, astucia y altas dosis de valentía y ambición para celebrar su tercera victoria en una Vuelta. En medio de los favoritos de la general, en los kilómetros decisivos camino de Cerler, atacó hasta tres veces, la última, decisiva ante la atenta mirada, pero sin reacción, «de los que luchan por la general». Nadie salió a por él cuando soltó el último zarpazo a tres kilómetros de meta y se presentó en solitario para firmar otra de sus distinguidas hazañas, porque los éxitos que figuran en su palmarés son de mucho fuste. «Estaban los que luchan por la general, por lo que aproveché para irme. Se quedaron mirando y supe que iba a llegar», comentó el ciclista vasco, quien a pesar de sus 36 años todavía no piensa en la retirada. «Hay tiempo para dejarlo», aseveró.

En el Tour alzó los brazos en Luz Ardiden (2001) y en la Vuelta en Abantos (1999) y Arcalís (2000). Ayer, rescató a su alicaído equipo con una inyección de moral que levantará al grupo, desprovisto de Iban Mayo, ya en casa, y con Aitor González a años luz de su mejor forma.

Los favoritos llegaron juntos, a 15 segundos del ganador, sin heridas, con la misma escena de Ordino la jornada anterior. No hubo ni vencedores ni vencidos, aunque Heras dejó escapar otra oportunidad en la montaña, donde puede marcar las diferencias. El bejarano, sin explosividad y algo justo de fuerzas, no se quita de encima al ruso Menchov, que descansará por méritos propios con la camiseta oro.