«No lo hice muy bien, la verdad que era difícil jugar con el
fuerte viento que había en el campo, que te generaba un ambiente
extraño al irse la pelota para todos los lados», declaró Nadal, que
logró pasar a la tercera ronda por primera vez en las tres
participaciones que ha tenido en el Open de los Estados Unidos.
El jugador español, que ha ganado nueve títulos en lo que va de
temporada, admitió que había salido al campo consciente de que no
iba a poder desplegar su mejor juego. «No lo hice en el primer
partido, tampoco me sentí cómodo durante los entrenamientos y, era
lógico que, ante Jenkins, un rival que tiene un tenis agresivo y
saque potente, las cosas no iban a ser nada fácil», explicó Nadal.
«Aunque las sensaciones fueron buenas durante el calentamiento y al
comienzo del partido, luego comprobé que me faltaba el golpe
ganador, que es el me da confianza», añadió. El campeón de Roland
Garros reiteró que no tenía ninguna preferencia especial en cuanto
al rival y que, lo único que le preocupa es «jugar bien. Con la
presencia del viento me costó siempre devolver la pelota porque él
(Jenkins) también comenzó a jugar más agresivo, más metido en el
campo, y mis golpes se quedaban cortos porque no tenía la confianza
para soltar el brazo como debía. Especialmente, en al restar me
costaba mucho coger bien la posición», explicó Nadal, que paso a
paso se consolida como uno de los grandes favoritos de cara al
último Grand Slam de la temporada.
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