Efe|NUEVA YORK
La victoria y la clasificación para la tercera ronda del Open de Estados Unidos no fueron suficientes para impedir que el mallorquín Rafael Nadal, segundo cabeza de serie, hiciese autocrítica sobre el juego que ha desarrollado hasta ahora en el último torneo de Grand Slam. Nadal, que venció 6-4, 7-5 y 6-4 al estadounidense Scoville Jenkins, en partido que cerró la tercera jornada del Abierto y se convirtió en el primer jugador del cuadro masculino que pasó a la tercera ronda, reconoció que no había hecho buen partido, ni jugado bien.

«No lo hice muy bien, la verdad que era difícil jugar con el fuerte viento que había en el campo, que te generaba un ambiente extraño al irse la pelota para todos los lados», declaró Nadal, que logró pasar a la tercera ronda por primera vez en las tres participaciones que ha tenido en el Open de los Estados Unidos.

El jugador español, que ha ganado nueve títulos en lo que va de temporada, admitió que había salido al campo consciente de que no iba a poder desplegar su mejor juego. «No lo hice en el primer partido, tampoco me sentí cómodo durante los entrenamientos y, era lógico que, ante Jenkins, un rival que tiene un tenis agresivo y saque potente, las cosas no iban a ser nada fácil», explicó Nadal. «Aunque las sensaciones fueron buenas durante el calentamiento y al comienzo del partido, luego comprobé que me faltaba el golpe ganador, que es el me da confianza», añadió. El campeón de Roland Garros reiteró que no tenía ninguna preferencia especial en cuanto al rival y que, lo único que le preocupa es «jugar bien. Con la presencia del viento me costó siempre devolver la pelota porque él (Jenkins) también comenzó a jugar más agresivo, más metido en el campo, y mis golpes se quedaban cortos porque no tenía la confianza para soltar el brazo como debía. Especialmente, en al restar me costaba mucho coger bien la posición», explicó Nadal, que paso a paso se consolida como uno de los grandes favoritos de cara al último Grand Slam de la temporada.