Natalia Arriaga|MADRID
Madrid, una ciudad que hasta hace pocos años vivía de espaldas al deporte, ha creado de la nada una candidatura olímpica solvente, compacta y a la medida de los atletas, con la que intentará ganarse el favor del COI en perjuicio de París, Londres, Moscú y Nueva York, los cuatro gigantes con los que compite.

Con su segunda candidatura en el tiempo -ya optó a los Juegos de 1972-, pero la primera seriamente organizada, Madrid aspira a hacerse con unos Juegos que desean más del 90 por ciento de sus habitantes y la totalidad de las fuerzas políticas de la ciudad, la región y el Estado.

Después de varios lustros sin organizar torneos deportivos de importancia, la capital superó un déficit histórico de instalaciones deportivas de primer nivel para hacerse cargo de decenas de campeonatos del mundo, de Europa y de España que han avalado la capacidad organizativa madrileña.

La existencia de las principales infraestructuras necesarias para los Juegos -redes viarias, transporte público, aeropuerto...- y la tenencia -terminadas, en construcción o en proyecto de la mayoría de las instalaciones deportivas harían de los de Madrid unos Juegos baratos, que requerirían una inversión pública cercana a los 1.650 millones de dólares, frente a los casi 16.000 que precisaría, por ejemplo, Londres.

Los estadios se concentrarían en tres zonas, la principal de ellas al Este de Madrid, en las proximidades del aeropuerto. Allí estarían el Estadio Olímpico, las piscinas, el pabellón polideportivo, el velódromo y las salas de los deportes de combate, entre otras instalaciones.

El Palacio de los Deportes, los estadios Santiago Bernabéu y Vicente Calderón y el centro de tenis bautizado como Caja Mágica son los focos del sector central, mientras que el Oeste se reservaría para el baloncesto, la hípica, el hockey, el pentatlón moderno, el triatlón, el tiro con arco y la bicicleta de montaña.

Aranjuez sería la subsede de remo y piragüismo, Palma de Mallorca la de vela y Barcelona, Alicante, Córdoba y Málaga serían las de fútbol.

La Villa Olímpica, a apenas 1 km. del Estadio Olímpico, es una de las apuestas fuertes de la candidatura, que promete unos Juegos sin coche privado, con todas las instalaciones accesibles por transporte público.

El 83 por ciento de las infraestructuras deportivas se construirán, independientemente de que los Juegos sean o no para Madrid, la única gran capital europea que no los ha organizado nunca. París y Londres ya los acogieron dos veces y Moscú una. Nueva York también sería debutante.

Aunque las otras candidatas, con excepción de Moscú, superan ampliamente la capacidad hotelera de Madrid, la ciudad ha aumentado notablemente su oferta y, con 43.400 habitaciones en un radio de 50 kms., cumple con creces las exigencias del COI.

Los responsables de la candidatura han intentado vender a los miembros del COI la imagen de un proyecto que, además de impecable en el plano organizativo, contaría con un plus de cordialidad hacia la familia olímpica, similar al que ofrecieron Barcelona'92 y Sydney 2000: una fiesta deportiva en los estadios y una celebración popular en las calles.