El compatriota de Eddy Merckx aguantó el tirón en un esprint
largo y apareció con su portentoso golpe de pedal como una enorme
ola verde que levantó los brazos ante la impotencia de todos sus
rivales. Dejó la segunda plaza al austríaco Peter Wrolich y la
tercera a Stuart O'Grady, cuyo equipo, el Cofidis, se trabajó la
llegada. Boonen marcó un tiempo de 4:36.09, a una media de 46,17
kilómetros hora. En vísperas de la contrarreloj por equipos la
general no se inmutó. Zabriskie conservó la prenda dorada,
posiblemente por última vez, aunque el CSC lo mismo se revela ante
la lógica. Lance Armstrong guardó la segunda plaza a 2 segundos.
Igor González (Liberty) es el primer español, décimo, a 1.06.
La jornada, larga y sombría, se confundió con la del día
anterior. El esquema se repitió. Intentos de escapada, aventura de
unos cuantos, reacción de los equipos de los esprinters y la misma
foto de llegada.
En la recta de llegada otro belga puso su nombre en la historia
del Tour en Tours. El último vencedor fue Leon Van Bon, un
clasicómano que ahora mira con envidia los triunfos del chaval de
24 años que tan solo cumple su tercera temporada como profesional,
y ya con 4 etapas de la Grande Boucle en su casillero.
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