Europa Press
Betis y Osasuna se juegan el último título de la temporada, la Copa del Rey, en el Vicente Calderón, en lo que es una final inédita.

El Betis ya se ha clasificado, por primera vez en su historia, para la Liga de Campeones y adjudicarse el torneo del k.o. supondría poner un auténtico broche de oro a la temporada. Por su parte el club rojillo no tiene ni un título en sus ochenta y cinco años de existencia y llevar la Copa a Navarra remataría, igualmente, la entrada en la próxima edición de la UEFA conseguida, precisamente, gracia a la clasificación Champions del Betis.

Por su parte, los albiverdes rechazan calificativo de favoritos que le otorga su cuarta plaza liguera, frente a la decimoquinta en que ha quedado Osasuna.

Por otro lado, los de Javier Aguirre tienen como principal incógnita el concurso de Pablo García, que se desvelará en las horas previas al partido. El charrúa ha regresado de un partido con la selección uruguaya con problemas musculares, por lo que su participación no se conocerá hasta hoy mismo. No obstante, y conociendo el papel fundamental que cumple García en la medular rojilla, los más probable es que juegue aunque sea infiltrado.

Por parte bética, la inquietud se centra en su máximo goleador, Oliveira, que también ha tenido partidos internacionales esta semana con Brasil, y que no llegará a Madrid hasta primeras horas de la tarde de ayer. Por lo demás, no se prevén sorpresas en las alineaciones. El Betis jugará con su once de gala y Osasuna lo hará con el mismo equipo que eliminó al Atlético de Madrid en semifinales. En cuanto a estadísticas de los enfrentamientos ligueros entre ambas escuadras esta temporada la balanza está equilibrada, Osasuna ganó (3-2) al Betis en El Sadar mientras que los de Serra Ferrer se impusieron a los navarros (3-1) en el Ruiz de Lopera.