Miguel Luengo |PARIS
París se entregó a un joven Rafael Nadal ambicioso, con vitola de jugador que se convertirá en leyenda, con ansias de triunfar en toda clase de superficies, y el rival más peligroso que Roger Federer vislumbra en su camino.

John McEnroe no tiene duda de que una nueva rivalidad, apasionante y similar a la que mantuvieron en sus tiempos él mismo y el sueco Bjorn Borg ha nacido esta temporada. Una lucha entre el último atacante de la vieja escuela y el gran defensor de siglo XXI, capaz de mejorarse así mismo. «Nadal me recuerda a Boris Becker en la fuerza física que él trae al tenis. Hay una terrorífica energía y entusiasmo en todos sus golpes. Quizás tenga que ajustar algunos de ellos y sobre todo mejorar su saque», analiza McEnroe. «Puede que no sea capaz de deslizarse en hierba como lo hace en tierra pero si Lleyton Hewitt pudo ganar Wimbledon, no hay razón para que Nadal no pueda hacerlo allí un día», señaló el genial 'Super Mac'.