Robredo, semifinalista en la edición de 2003 del torneo luso,
obtiene de esta manera su mejor resultado en el concurso individual
en lo que llevamos de temporada.
El jugador mallorquín no pudo aguantar las molestias en su
hombro y tras ser atendido en tres ocasiones por un fisioterapeuta
de la organización decidió abandonar la pista con claros síntomas
de dolor que dan fe de que Moyà tenía argumentos de sobra como para
renunciar a pujar por la final de un torneo que ya tiene en su hoja
de servicios.
Durante el partido, Robredo no dejó sentirse cómodo a Moyà en
ningún momento y aprovechó los fallos del tenista mallorquín en los
primeros servicios para mover con comodidad al ex campeón de Roland
Garros por toda la pista.
Robredo llega a la final del Abierto de Estoril después de caer
en las semifinales de 2003 ante el argentino Calleri y habiendo
alcanzado el pasado año los cuartos de final, en los que fue
eliminado por el ruso Marat Safin.
El jugador catalán alcanza la final portuguesa tras ganar en
cuartos al italiano Davide Sanguinetti por 6-2 y 6-2 en poco más de
una hora.
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