Alonso sumaba su tercera victoria consecutiva -cuarta de su
carrera deportiva- en un final de carrera apoteósico, en el que
resistió los continuos embates de un Michael Schumacher que partió
desde la decimotercera plaza de la formación de salida para acabar
en la segunda, e incluso con opciones de triunfo en el tramo
decisivo.
El español se situó en cabeza en la octava vuelta, merced al
abandono por problemas mecánicos del autor de la pole position, el
finlandés Kimi Raikkonen (McLaren Mercedes), que marchaba a por su
tercer triunfo y el primero desde el Gran Premio de Bélgica del año
pasado.
Tras la prematura retirada de Raikkonen, Fernando Alonso
caminaba cómodo en la primera plaza, por delante, a cierta
distancia, del británico Jenson Button, y con Michael Schumacher
bastante descolgado, sobre todo porque llevaba más combustible que
el resto.
El siete veces campeón del mundo fue ganado plazas porque su
primera parada en los garajes fue más tardía que la del resto, y, a
medida que el depósito de su F2005 se iba aligerando, fue superando
a sus rivales hasta lograr colocarse en la tercera plaza, al acecho
de ahora de Button.
Tras superar al inglés, que acabó tercero, en una maniobra
magistral en la Variante Alta, lo que le permitió situarse
momentáneamente en el liderato, ekaiser fue a la caza de Fernando
Alonso.
Poco a poco fue recortando la distancia que le llevaba el
asturiano, en buena medida debido a la tremenda consistencia que
han evidenciado su neumáticos Bridgestone y a que estrenaba motor
en esta carrera, mientras que el español, que llevaba el mismo
propulsor que en Bahrein, tenía que preocuparse también por
conservar la mecánica.
Las vueltas finales del Gran Premio de San Marino son de las que
no se olvidan. Schumacher se situó prácticamente debajo del alerón
trasero del R25 del asturiano. Giro a giro el alemán atacaba al
español en cada curva y en cada variante. Lo intentaba por todos
los rincones.
Pero Alonso supo cerrarle bien la puerta. Aprovechaba cada
centímetro del trazado y cada frenada para impedir ser rebasado.
Fue una lucha agónica de la que el español supo salir airoso para
demostrar que su situación en el campeonato no es mera casualidad y
que se trata de un piloto dispuesto a hacer historia.
Tras un desalentador inicio de campeonato Michael Schuamcher ha
vuelto, y lo ha hecho en suelo italiano, a menos de un centenar de
kilómetros de la fábrica de Ferrari en Maranello. El germano
abandonó en Australia y Bahrein y sólo pudo ser séptimo en Malasia,
en donde sumó los únicos dos puntos con los que llegó a Imola.
Ahora ekaiser vuelve a sonreír. Los duelos Alonso-Schumacher se
auguran antológicos.
A escasos kilómetros de la fábrica de Ferrari en Maranello y
ante los tifosi de Schumacher, Alonso amplió a 36 sus puntos en el
Mundial, lo que le basta para llegar a la cita de Montmeló con una
ventaja más que considerable respecto a sus rivales.
Como dato significativo queda el hecho de que siempre que
Michael Schumacher ha ganado tres carreras de forma consecutiva, ha
vencido el Mundial. Alonso ya lleva tres seguidas en sólo cuatro
grandes premios y, además, ha conseguido eclipsar con sus
actuaciones una circunstancia elocuente: desde 1996 Ferrari no
corría cinco carreras seguidas sin ganar al menos en una.
Tras esta carrera, Fernando Alonso sigue como sólido líder del
campeonato, ahora con 18 puntos más que el italiano Jarno Trulli
(Toyota), séptimo ayer, y 28 por delante del italiano Giancarlo
Fisichella (su compañero de equipo, que tuvo que abandonar por
tercera carrera consecutiva) y Michael Schumacher, todos ellos con
diez puntos.
Por otra parte, el piloto de Toyota Ralf Schumacher fue
sancionado con 25 segundos de penalización por realizar una salida
peligrosa en la zona de boxes según anunció la Federación
Internacional de Automovilismo (FIA) tras la carrera.
El menor de los Schumacher cometió una infracción al obligar a
Nick Heidfeld (Williams-BMW) a frenar con fuerza en el momento que
el piloto de Toyota salia de la zona de boxes por lo que la FIA
decidió quitar los puntos de la octava plaza al alemán y dárselo a
Heidfeld, que fue noveno.
Toyota comunicó que piensa reclamar la sanción a Ralf Schumacher
ya que la perdida de la octava plaza, en la que suma un punto, les
perjudica no sólo en la clasificación de pilotos sino que lo hace
también en el Mundial de constructores.
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