Los jugadores se abrazan tras conseguir el tercer tanto, que les garantizaba una segunda parte tranquila. Foto: M. TORRES

Pocas veces la Peña jugará un partido tan cómodo como el de ayer ante el Atlético Baleares. El rival, por tradición uno de los 'gallitos' de la categoría, pasó como un alma en pena por Santa Eulària y sólo la relajación de los locales en el segundo tiempo evitó una mayor goleada. El Baleares dio demasiadas facilidades en defensa, ofreció una imagen de equipo anárquico y sin rumbo en su juego y sólo disparó una vez entre los tres palos. Demasiado poco rival para una Peña que ha metido la directa y que con el paso de las jornadas se confirma como uno de los grandes candidatos al ascenso. Por lo pronto, vuelve a colocarse tercero. El partido no tuvo historia. Desde el primer minuto se vio que la Peña era claramente superior y que el único suspense del choque era saber cuántos goles le iban a caer al conjunto mallorquín. Para despejar cualquier duda, la Peña, que ya había avisado poco antes con en un disparo de Espadas, inauguró el marcador en el minuto nueve por mediación de Salazar. Doce minutos después fue el turno de Raúl, que cabeceó sin oposición al fondo de la red un saque de esquina botado por Borja. Los locales estaban jugando a placer y Espadas, en el 38, tras un buen balón a la contra de Maline, elevó el tercer tanto al marcador.

La pena es que los jugadores de ambos equipos parecieron dar por bueno el resultado tras el descanso y sobró todo el segundo tiempo. El conjunto de Santa Eulària jugó a medio gas, mientras que el Atlético Baleares bastante hacía con intentar defenderse. Eso provocó que el encuentro entrase en una fase de tedio y que escaseasen las ocasiones de gol: dos para los locales y una para los mallorquines. La mejor acción local la protagonizó Marcos en el minuto 56, que se quedó sólo ante Pascual pero no pudo burlar la salida del guardameta visitante. La réplica visitante llegó en el 67, con un chut demasiado elevado de Magui, mientras que el único 'disparo' a puerta del partido se produjo en el minuto 86, cuando Cáceres golpeó el balón raso y flojo a las manos de Torres. La última acción del partido fue para Raúl que, de cabeza, remató alto a la salida de un córner. No hubo más. La victoria había sido incontestable, aunque faltó un poco más de ganas por parte del equipo local en los segundos 45 minutos en los que, de haberlo querido, hubiese goleado al rival. De todas formas, la Peña suma tres nuevos puntos en su casa y sigue en lo más alto de la tabla cuando se alcanzan las diez últimas jornadas del campeonato.