El jugador del Eivissa, Diego Cordero, fue uno de los fichajes de principios de temporada.

La junta directiva de la Sociedad Deportiva Eivissa ha sacado la cizaña y prepara una limpieza de maleza que tiene que comenzar a segar a partir de hoy.

Los directivos del club deportivista tuvieron ayer una maratoniana reunión de tres horas para dilucidar qué medidas podrían adoptar para que el equipo reaccione y dé la talla en las 11 jornadas que restan para acabar la Liga e intentar meterse en puestos de promoción de ascenso.

La opción de conceder bajas a dos o tres jugadores que no están rindiendo al nivel que se esperaba de ellos fue la más votada por los dirigentes, aunque también se votó la posible destitución del técnico, Bernabé Herráez. El preparador valenciano puso el cargo a disposición de la directiva hace algunas semanas, pero ésta rechazó su posible dimisión aduciendo que confiaban en su trabajo. Ahora que el cuadro pitiuso continúa en la misma situación clasificatoria, la posición de Herráez ha cambiado respecto a la junta y su destitución planea por las oficinas de Can Misses.