REAL MADRID: Iker Casillas (*); Míchel Salgado (*), Helguera (*), Samuel (*), Raúl Bravo (*); Beckham (*), Gravesen (*), Figo (*), Solari (*); Guti (*) y Owen (*).
Cambios:Ronaldo (-) por Owen, Zidane (*) por Figo y Raúl (*) por Raúl Bravo.
ATHLETIC: Aranzubía (**); Murillo (**), Luis Prieto (**), Gurpegui (**), Del Horno (**); Iraola (**), Tiko (**), Orbáiz (**), Yeste (**); Etxeberría (**) y Ezquerro (**).
Cambios: Casas (*) por Yeste, Lacruz (*) por Tiko y Solabarrieta (*) por Iraola.
Àrbitro: Moreno Delgado (Comité catalán). Mostró cartulina amarilla a Orbáiz (25'), del Athletic y a Guti (28'), Helguera (65'), Samuel (66'), Zidane (93') del Real Madrid.
Goles:
0-1, minuto 57, Del Horno.
0-2, minuto 73, Iraola.
Luis Villarejo|MADRID
El Real Madrid retrocedió en el tiempo, regresó a su época lúgubre y en vísperas de jugar ante el Juventus, fue aniquilado por un excelente Athletic, que exhibió en el estadio Bernabéu un buen puñado de futbolistas como Del Horno, Orbáiz, Iraola y Yeste, que ya no son proyectos sino auténticas realidades.
El Madrid firmó un día aciago tras una semana donde se habló poco de fútbol. Vanderlei Luxemburgo reservó lo mejor de su cosecha para el martes ante el Juventus. Zidane, Raúl y Ronaldo vieron de inicio el partido en el banquillo. De esa forma, el castigo impuesto a Ronaldo por su agitada semana, quedó diluido, en un segundo plano. Es listo Luxe.
Tiene este Athletic buena pinta. Con Pablo Orbáiz de tipo serio, dando orden a la salida del balón a Yeste y Ezquerro. El Athletic pudo encarar el partido de forma bien diferente, si el colegiado concede un claro gol que marcó Iraola. Entendió que el balón no entró en la portería, cuando se vio claro en la tele que pasó toda su superficie. Hubiera sido un tanto hermoso. Vio desde 40 metros, Iraola adelantado a Iker, y le envió un globo que sólo sirvió para enervar al banquillo del Athletic.
Un ajustado tiro de Solari a los 23 minutos es poco argumento para un Real Madrid que aspira a recortar distancias con el FC Barcelona. Sin llegada, con un Michael Owen perdido, el Madrid nunca encaró con claridad a Aranzubía. Todo parecía que de nuevo el Madrid iba a apelar a un golpe franco para salvar los muebles. Pero ni así.
De este mal primer tiempo, se salvó Gravesen. Es el Bernabéu un estadio amable para todos aquellos que rebañan cada balón que se pierde en el centro del campo. Y Gravesen, además ha caído bien. Ha entrado con buen pie. Lo deja todo en el campo, corta, distribuye enseguida, no se complica la vida y conoce su papel a la perfección. Pero de poco sirvió ayer dado el marcador final.
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