Ni Piti, la mascota del Puig d'en Valls, se salva del Juez Único de la Federación de baloncesto. El Comité de Competición decidió sancionar al club ibicenco con una multa de 700 euros por la actitud de la mascota y del 'speaker' en el partido ante el Real Club Celta, en el que ambos se estrenaban, al recoger el acta arbitral que hubos gestos y palabras de «burla y menosprecio hacia los colegiados». El PDV tiene ahora diez días para recurrir dicho castigo que, según Víctor Torres, director deportivo de la entidad, «es injusta».

«No estamos en absoluto de acuerdo con el informe del colegiado principal del partido, Óscar Bardají, por que en ningún momento hubo esos menosprecios y burlas que recoge en el acta», asegura Víctor Torres, que añade que la sanción impuesta se compone de una multa de 100 euros para la mascota y de 600 para el 'speaker'. «Se nos castiga también por el hecho de que el 'speaker' use la megafonía interior, pero eso es algo que también se hace en otras canchas y, sin irnos muy lejos, pudimos comprobarlo el pasado sábado en Zaragoza. Por eso no es justo que nos castiguen sólo a nosotros y lo mínimo que pedimos es que haya unidad de criterios», añade.

Desde la entidad, y al mismo tiempo que se espera la rebaja de la sanción, se ha aleccionado a la empresa colaboradora en el tema de animación en que se eviten polémicas, empezando mañana ante el Ros Casares. «Hemos pedido que la mascota no se dirija nunca a los árbitros y al 'speaker' que utilice otros medios para animar y no a través de la megafonía interior», comenta Torres.