El Portmany rescató un punto del encuentro de ayer frente al Binissalem después de ir perdiendo durante 84 minutos, e incluso pudo lograr la victoria si Pablo hubiera convertido la ocasión que dispuso en el descuento en la que se plantó solo delante del portero pero su lanzamiento se estrelló en el cuerpo del meta visitante. Este empate sirve de muy poco al cuadro de Sant Antoni, que continúa inmerso en puestos de descenso a Preferente.

«Que em tornin els diners», dijo un veterano seguidor del conjunto local mediada la segunda parte, habida cuenta de cómo se estaba desarrollando el encuentro, que fue paupérrimo, y del frío que hacía en el Municipal sanantoniense. Y no le faltaba razón a este aficionado, ya que los argumentos futbolísticos que pusieron sobre el tapete Portmany y Binissalem fueron tan escasos como las ocasiones que hubo.

En la primera mitad, el equipo que entrena Walter Austin sólo tiró una vez entre los tres palos y fue en una falta directa botada por José Francisco, que Javi Mora se encargó de despejar. También hubo otra falta directa mediado el primer tiempo que lanzó Alex, pero su lanzamiento se marchó rozando el palo de la meta visitante. Mientras tanto ni uno ni otro conjunto se decidían por tratar bien el balón, que estaba más tiempo sobre el cielo de Sant Antoni que sobre el césped.

Con un poco más de orden y concierto, el Binissalem estiró línea a falta de 10 minutos para el descanso y producto de su mejor colocación sobre el terreno de juego le anularon un gol por fuera de juego, que perfectamente pudo subir al marcador porque era una jugada legal; a renglón seguido una jugada embarullada dentro del área la remató Raúl de cabeza y Cristian despejó como pudo; y como premio a este acoso llegaría el 0-1 que marcó Bisquera con un potente derechazo desde fuera del área que entró por toda la escuadra de la portería de Cristian.