Ángel María Villar ganó por mayoría absoluta las elecciones para la presidencia de la Federación Española de Fútbol.

Àngel María Villar salvó ayer con una nueva mayoría absoluta la reelección más complicada de su carrera, que le permitirá alcanzar los 20 años al frente de la Real Federación Española de Fútbol, ya que estará hasta 2008 en el puesto. Villar, con un total de 98 votos, se impuso en la primera votación a Gerardo González, quien obtuvo 78, mientras que Sebastián Losada, el otro candidato no logró ninguno de los 177 asambleístas, donde tan sólo se ausentaron dos de los 179, el entrenador del Atlético, César Ferrando y el jugador del Salamanca David Cano.

De esta forma, el mandatario, el número 32 en la historia de la Federación Española, afrontará su quinto mandato en el sillón presidencial tras acceder al cargo el 29 de julio de 1988 cuando derrotó por 216 votos a 182 de Eduardo Herrera, actual presidente de la Federación Andaluza. Desde entonces, no había tenido oposición, y ayer dejó claro que sigue contando con el apoyo del mundo del fútbol, aunque los 78 votos obtenidos por Gerardo González crean una alternativa y un «aviso», como dijo el ex secretario general, para el presidente.

Sobre las 11:10 de la mañana y con la presencia de 65 interventores, comenzó en el Salón de Actos de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas la votación, sin que se produjesen incidentes o percances dignos de mención y en el que fueron finalmente 177 asambleístas. Tras algo más de una hora de votación, la mesa electoral procedió al recuento de votos, un recuento que en el principio otorgó ventaja a Gerardo González, que fue enjugada rápidamente por Angel María Villar, que alcanzó la mayoría absoluta necesaria imponiéndose por un total de 98-78, registrándose tan sólo un voto nulo, ya que la papeleta tenía escrito los nombres del propio González y de Sebastián Losada. De este modo, el dirigente vizcaíno, de 54 años de edad, jugador profesional con el Athletic, accedía a su quinto mandato presidencial al frente de la RFEF.

Tras la victoria, Villar adoptó las primeras medidas, como el hecho de respaldar públicamente al seleccionador español Luis Aragonés, al que deseó suerte para lograr el pase al Mundial de Alemania.