Salazar, de la Peña, se eleva por los aires tras un fuerte encontronazo con Julián Marcos, cuyo rostro expresa dolor. Foto: G. G. L.

La lógica se impuso en el derbi entre la Peña y el Portmany y ganó el más fuerte. No obstante, durante muchos minutos planeó la sorpresa sobre el municipal de Santa Eulària, aunque los goles de Raúl y Meca en los primeros minutos de la segunda parte pusieron las cosas en su sitio. No fue un buen encuentro, con dos equipos que se conocen demasiado y que no arriesgaron nada, pero un derbi es mucho más que un partido y la emoción siempre está asegurada. La Peña cumplió con lo previsto y se volcó desde el primer minuto en la portería rival. No en balde, son el equipo más realizador de la categoría y se medían a una de las defensas más goleadas. Además, Carlos Simón apostó por el juego ofensivo, planteando un sistema 4-3-3 con Raúl, Meca y Espadas como tridente atacante. En el minuto trece llegó la primera ocasión clara para los locales, pero el árbitro anuló el gol de cabeza de Víctor por una presunta falta sobre un defensa. El gol parecía que iba a llegar en cualquier momento, lo que no se esperaba era que fuese en la portería de la Peña. Víctor Langreo, que últimamemente acostumbra a dar una de cal y otra de arena, cometió un infantil penalti al zancadillear dentro del área a Liñán. Javi, todo un especialista en lanzamientos a balón parado, no falló la pena máxima y puso el 0-1 en el marcador. Era el minuto 16 y el guión del partido se había torcido.

A partir de entonces, la primera parte se convirtió en un querer y no poder de los de Santa Eulària, que eran los únicos que buscaban la portería contraria. Espadas, en dos ocasiones, y Raúl y Meca fallaron a la hora del remate, por lo que el equipo se fue al vestuario por detrás en el marcador. Los minutos de descanso sentaron bien a los locales, que saltaron al terreno de juego con una actitud totalmente diferente. La entrada de Borja, que sustituía a Víctor, pasando Cruz al centro de la defensa, revolucionó el choque. El primer balón que tocó el centrocampista zurdo acabó en gol, cuando su centro por la izquierda fue cabeceado al fondo de la red por Raúl en el primer minuto de la reanudación. Pocos minutos después, y tras reclamar la parroquia local dos penaltis, uno por un empujón claro a Espadas y otro por mano involuntaria de Liñán dentro del área, la Peña dio la vuelta al partido con el gol de Meca, que suma ya diez en la liga.

Ese segundo tanto fue todo un jarro de agua fría para el Portmany, que no tuvo ni fuerzas ni capacidad para reaccionar. Los de Sant Antoni mostraron demasiadas lagunas en ataque y, aunque Austin intentó dar más profundidad al equipo con José Francisco y Yáñez, el equipo no llegó a inquietar en ningún momento a la Peña, que vivió el resto del partido con bastante comodidad y que pudo ampliar el marcador en un cabezazo de Villodre que se estrelló en el larguero. De todas formas, no era cuestión de confiarse y Carlos Simón, por si las moscas, prefirió sacar al delantero Ginés Meca y colocar en su lugar al central Vallori en el minuto 72. En el derbi entre la Peña y el Portmany hubo varias novedades con respecto al campo municipal de Santa Eulària. En primer lugar, se cambiaron de sitio los dos banquillos, que ya no están junto a la grada si no en el extremo contrario. Además, el césped estaba en mejor estado de lo habitual. Tras las reiteradas quejas del técnico y jugadores sobre la dureza del campo, ya empieza a tomarse medidas para arreglarlo. Para el futuro se espera acometer nuevas obras, como el colocar una grada cubierta.