La Peña Deportiva no pudo doblegar al líder y se tuvo que conformar con un merecido empate. Aunque los de Santa Eulària se adelantaron en el marcador en el minuto 2 y controlaron gran parte del choque con relativa comodidad, un fallo en la zaga propició el empate del Sóller en el minuto 53. Después, los nervios y la precipitación por llevarse el triunfo pasaron factura a los ibicencos, que a partir de entonces no dieron pie con bola. En los últimos minutos se recurrió a la épica para intentar desnivelar el choque, pero ni el defensa Víctor Langreo ejerciendo de accidental ariete pudo cambiar el resultado.

La Peña pronto se puso por delante en el marcador. El equipo que dirige Carlos Simón se ha especializado en conseguir goles madrugadores y ayer no fue la excepción. Cuando sólo se llevaban dos minutos de juego, una internada por la banda izquierda de Maline la culminó, cómo no, Meca, máximo goleador de la categoría con 8 goles. Sin embargo, esa fue la única ocasión en la que el delantero centro pudo demostrar sus cualidades, porque el resto del partido estuvo anulado por la defensa rival y, sobre todo, por el árbitro, que prácticamente le cosió a faltas y fueras de juego.

El Sóller, mientras tanto, sólo creaba peligro en disparos desde fuera del área, aunque a punto estuvo de marcar en dos ocasiones. Reynés, extremo zurdo del equipo mallorquín, estrelló por dos veces el balón en el larguero de la portería defendida por Torres, en los minutos 4 y 40. En cuanto a la Peña, tras el gol, y con Meca prácticamente desaparecido, apenas volvió a inquietar la portería de Picazo. Sólo Borja, en dos disparos que se fueron desviados por poco, y Espadas, en una volea en posición forzada, pudieron marcar para los locales.

En la segunda parte, todo parecía seguir por el mismo camino de los primeros 45 minutos hasta que las cosas se torcieron en el 53. Un centro por la banda derecha de Lucas encontró la cabeza de Reynés, sin que Vallori y Villodre, hasta entonces impecables, pudieran evitar el gol. El empate fue un mazazo para la Peña, que ya no se recuperó del golpe. El equipo se olvidó de la elaboración y se dedicó a jugar al pelotazo, algo que le venía muy bien al Sóller, sobre todo con el 'gigante' Roque como central. Los minutos pasaban y la Peña ni siquiera se acercaba a las inmediaciones del área rival, por lo que los nervios fueron en aumento. Incluso pudo ser peor, y Toni Cantos, en el minuto 90, tuvo una clara ocasión para dar la victoria al Sóller.