Francia golpea, pero España resiste

Puede resultar difícil de comprender que un partido de tenis pueda cambiar tantas veces, pero el Moyà-Mathieu es una simple muestra. Comenzó el francés el encuentro asustado. Parecía que se le quedaba grande. A medida que avanzaba el encuentro Paul-Henri Mathieu se iba despojando de los nervios y no tardó en lanzar el primer aviso. En el octavo juego logró romper el saque al mallorquín y se hizo finalmente con el primer set.

El partido se ponía cuesta arriba y la pendiente aumentó nada más comenzar el segundo set. Moyà entregaba su primer servicio cometiendo una doble falta (0-1), pero consiguió enderezar el rumbo en el segundo juego (1-1). Fue un momento clave porque Carlos decidió cambiar de táctica. Su revés a dos manos no estaba funcionando. Los continuos errores no forzados le impedían dominar el enfrentamiento y apostó por el revés cortado. La nueva situación desfiguró el tenis de Mathieu, que vio como en unos puntos se le escapaba el set.

Mathieu andaba perdido. El revés cortado le impedía devolver la pelota con potencia y Moyà aprovechaba para meterse de derecha y sacar a su adversario de la pista. Sin una solución para este problema, el francés concedió pelotas de break en todos sus servicio en el tercer set y vio como Moyà se lo rompía en dos ocasiones. El mallorquín adquiría una ventaja que se presentía definitiva (6-2).

Con el comienzo del cuarto set el partido comenzó a dormirse. Los dos jugadores ganaban sus servicios con comodidad y todo apuntaba a que el partido duraría hasta que el mallorquín lograra un último break. Pero en este estado de adormilamiento, el balear sesteó más de lo que debía y se encontró en el sexto juego con un 0-40. Carlos consiguió salvar las dos primeras pelotas de break, pero en la tercera, cuando tenía el punto totalmente dominado y a su adversario mal colocado, se jugó una dejada en una pelota a media pista que no pasó la red. Mathieu se colocaba 2-4 y el partido entraba en una dimensión imprevista. La derecha de Moyà ya no hacía dañó y el galo igualaba el marcador (3-6).

Moyà y Mathieu llevaban tres horas y media en la pista y todavía tenía que comenzar el quinto set. A pesar del cansancio, el palmesano apeló a su orgullo y logró colocarse 2-0 y saque. Fue la última oportunidad del balear, porque el francés volvió a exhibir el tenis desbordante del primer set y terminó adueñándose del encuentro.

Afortunadamente la Copa Davis es una competición por equipos. Juan Carlos Ferrero dominaba el segundo punto de la eliminatoria ante Fabrice Santoro por 6-3, 6-1, 1-6 y 3-3 antes de que tuviera que detenerse el encuentro por falta de luz.

Contrariamente a lo que había previsto Guy Forget en la jornada previa al inicio de la serie, el juego anárquico de Fabrice Santoro no consiguió molestar a Ferrero. El valenciano conectó repetidamente sus dos contundentes golpes desde el fondo de la pista y movió acertadamente al francés de lado a lado. Santoro vio como los dos primeros parciales se le iban (6-3 y 6-1). Estaba totalmente desbordado, pero su rostro advertía que iba a aprovechar cualquier despiste para tratar de meterse en el encuentro. El despiste llegó en la tercera manga. Ferrero apostó por repetir golpes al mismo lado buscando el contrapié, pero Santoro leyó las jugadas e invirtió la tendencia del encuentro. Consiguió que el valenciano entrara en su juego. Acertó con las dejadas y desquició a Juan Carlos con sus subidas a la red aleatorias (1-6).

Con 3-3 en el marcador del cuarto set, los capitanes decidieron detener el encuentro por falta de luz, el cual dará comienzo de nuevo hoy a partir de las 11'30 horas.