El sueño de Mar Sánchez de acudir a los Juegos Olímpicos de Atenas
se desvaneció ayer tras la disputa de la prueba de pértiga en los
Juegos Iberoamericanos que se disputan este fin de semana en
Huelva.
Nada más finalizar la prueba, Mar Sánchez no podía contener las
lágrimas de impotencia de ver cómo se esfumaba la posibilidad de
estar en unos Juegos Olímpicos, que hubiera supuesto su segunda
aventura en unas Olimpiadas.
La pertiguista del Club Atletismo Pitiús realizó un salto de
4,25 metros, que le supone la mínima olímpica B y que quedase
tercera en la competición, tras la española Naroa Aguirre y la
argentina Alejandra García, ambas con un salto de 4,30 metros.
El hecho de haber conseguido la mínima B no le supone el billete
para Atenas, ya que por delante están la vencedora de la cita de
ayer, y Dana Cervantes, que tienen un registro A con un salto de
4,40 metros.
Aun así, la atleta pitiusa demostró que está a un buen nivel
competitivo, y como ella misma reconoció «voy viendo cómo salgo del
pozo en el que he estado poco a poco», aunque matizó que ha tenido
un final de temporada un tanto «atropellado».
«Lo he intentado con todas mis fuerzas, pero no ha salido. Se me
queda un sabor agridulce porque he realizado una buena marca, pero
por otro lado veo que no estaré en Atenas», aseveró.
A partir de ahora la pertiguista del Pitiús se tomará tres
semanas de merecidas vacaciones, ya que ha estado sometida a una
gran presión durante los últimos meses y como ella anunció ayer
«creo que me merezco descansar después de todo el esfuerzo».
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