Efe|LISBOA
Llegó la hora de la República Checa. Después de que cinco «gigantes» como España, Inglaterra, Alemania, Francia e Italia hayan dejado a la Eurocopa huérfana de grandes estrellas, la República Checa tendrá la ocasión de reivindicar su poderío en el encuentro de cuartos de final que le enfrentará a Dinamarca. Los checos, único de los 16 equipos que suman sus comparecencias en la Eurocopa con victorias, han pasado de ser el equipo revelación a contar como uno de los grandes rivales para arrebatar a la selección anfitriona el sueño del título. Los checos se han ganado a pulso su candidatura. Los tres triunfos en la primera fase estuvieron acompañados de buen juego y, además, en los tres compromisos tuvieron que superar un marcador adverso. En el tercero, ante Alemania, jugaron con mayoría de suplentes sin que bajase su rendimiento. El partido ante Dinamarca puede ser el momento de la confirmación para los de Brueckner, quien volverá a alinear a sus mejores hombres tras concederles descanso ante los germanos.

Pavel Nedved volverá a ser el eje del equipo. El hombre sobre el que gire todo el juego y al que prestarán más atención los jugadores daneses. Posiblemente su marcador sea Thomas Helveg, quien conoce al checo perfectamente después de haber militado once años en la liga italiana; en el Udinese, Milán e Inter de Milán. «Todos conocemos como es Nedved y sabemos lo que se puede esperar de él. Cuando mueve y dirige al equipo es muy difícil pararle. En un gran jugador con una gran técnica», dijo Helveg. «Es muy difícil anularle. Para ello no hay que dejarle pensar. Hay que intentar que no tenga espacios para hacerlo. Es la única manera de conseguir que no le salga un buen partido».

Aunque los daneses sólo han vencido a la República Checa en una ocasión en 18 enfrentamientos, están con la moral alta después de haber logrado el pase a los cuartos de final tras el empate con Suecia (2-2). Para ello, Helveg comentó que saldrán al campo con «un gran espíritu». «Podemos ganar o perder, pero vamos a hacer todo lo posible por estar en las semifinales. Todo el equipo está muy concienciado y sabe que podemos lograr algo muy grande», añadió. Morten Olsen, técnico danés, no podrá contar con Niclas Jensen, que sufre un fuerte corte en el pie derecho y su sustituto será Kasper Bogelund. Además, mantiene la duda de Ebbe Sand. Sand arrastra una lesión muscular desde el partido de la primera fase ante Italia, lesión que se le agravó en el encuentro contra Suecia. Morten Olsen considera que «será un encuentro difícil, pero es posible ganarles» y llegar a semifinales en donde se encontrarían con Grecia y «hacer historia de nuevo». «Será difícil, porque es un equipo fuerte, compacto y está más descansado que nosotros, pero eso no quiere decir que sea imposible ganar a los checos, de hecho, nosotros vamos a salir al campo a ganar». En opinión del técnico el hecho de que todos sus jugadores hayan disputado tres partido en ocho días y que los titulares de República Checa hayan podido descansar en el último partido, frente a Alemania, porque ya estaban clasificados, es una ventaja para el rival. «Esta selección quiere volver a hacer historia, llegar a la final y ganar, ahora debería ser algo más fácil que la última vez porque nos hemos preparado», dijo Olsen, recordando la Eurocopa del 92 que ganó Dinamarca, pero a la que llegó, sin estar clasificada, en sustitución de la antigua selección yugoslava que no participó debido a la guerra que se vivía en el país.