Como en ocasiones anteriores, Alemania no llega a la cita en su
mejor momento tras una serie de malos resultados en sus amistosos y
después de una pobre actuación de sus equipos en las competiciones
europeas, pero también, como casi siempre, parte en todas las
quinielas de favoritos, al menos para llegar a la final. El
precedente del Mundial de 2002, donde los de Rudi Voeller llegaban
con un equipo sin grandes nombres, algunas bajas y un juego más que
discreto, es perfecto para recordar la idiosincrasia alemana, que
nunca falla en las grandes citas y que mañana confía en sumar sus
tres primeros puntos en otro de los grandes partidos que esta
Eurocopa depara en la primera fase.
En un conjunto sin apenas nombres relevantes, destaca, como casi
siempre, la inmensa figura de Oliver Kahn; que mañana podría sumar
su 70 partido como internacional y que, además, festejará su 35
cumpleaños en una temporada en la que podría dejar el Bayern Múnich
y en la que su puesto comienza a estar por primera vez en
entredicho. El otro gran protagonista debería de ser Michael
Ballack, después de una temporada también discreta tras la que se
han convertido en uno de los objetivos del FC Barcelona, encargado
de llevar la manija del centro del campo, en el que Voeller pondrá
el peso del equipo, dejando, salvo sorpresa, la punta de ataque
Kevin Kuranyi, el habilidoso centrocampista del Stuttgart, nacido
en Rio de Janeiro. Para los tres veces campeones, ésta será su
novena participación consecutiva tras su debut con título en el
1972 y una ocasión inmejorable para lavar su imagen de 2000, donde
no ganó ningún partido y se quedó en la primera fase.
Enfrente estará Holanda, que también necesita resarcirse tras el
fiasco de no clasificarse para el pasado Mundial, y afronta la cita
con un equipo compuesto por una magnífica generación de futbolistas
que ansía triunfar. Siempre apostando por el fútbol vistoso y de
calidad, el talento holandés confía en no estrellarse ante la
sobriedad germana y seguir con su buena racha, tras ganar los dos
últimos amistosos en los que se han enfrentado. El triunfo en el
primer partido es clave y para conquistarlo cuenta con dos de las
máximas del fútbol, un portero veterano y de garantías, como Edwin
van der Sar, que cumplirá su partido 85 como internacional, y un
delantero de talento, Ruud Van Nisterooy, uno de los arietes más
cotizados de Europa. Seedorf, por lesión, será baja.
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