La final de la Copa Federación de juveniles entre Atlético Isleño y Relojería Calvo acabó antes de tiempo, en el minuto 57, y lo hizo en medio de una batalla campal. Jugadores de ambos equipos, técnicos y directivos, además de algún aficionado que quiso tomar partido, protagonizaron una monumental tangana que motivó que el colegiado Gijón Campoy suspendiera el encuentro y que el entrenador del conjunto mallorquín, Hassan, fuera acompañado a la comisaría por la Policía Nacional tras ser denunciado por agresión por el delegado del Isleño Toni Torres.

«Me importan un pimiento la Copa Federación o si quedamos primeros o terceros; lo único que me preocupa es que se ha dado un espectáculo lamentable. Ha sido una vergüenza», aseguró Juan López, entrenador del Atlético Isleño. López tuvo duras palabras hacia el entrenador rival. «Ya me intuía que el partido iba a acabar así, porque el tal Hassan ha estado incitando en todo momento a sus jugadores para que se empleasen con dureza y, cuando empezó la tangana, en vez de defender a sus jugadores, lo que hizo fue liarse a puñetazos», añadió. «Si el árbitro hubiese sabido cortar el juego duro del Relojería Calvo, nada de esto hubiese pasado. De todas formas, la culpa la tuvieron ellos, que no saben perder», dijo Eloy, centrocampista del Isleño. «Nosotros no hicimos nada. Los ibicencos iban de chulos y se creían que tenían que ganar el partido como sea», comentó, por su parte, el mallorquín Zakarías. Mientras, Hassan negó que hubiera agredido a Toni: «Sólo le di un empujón. Él se tiró al suelo y se echó las manos a la cara diciendo que le había pegado».

El partido estuvo caliente en todo momento y ya en la primera parte se habían visto un par de acciones violentas, además de cinco amarillas y una roja directa al local Felipe. En el segundo tiempo no se enfriaron los ánimos y el visitante Miquel Sans fue expulsado en el minuto 51. Poco después se abrieron las hostilidades. Una entrada en el centro del campo de Dani, autor de los dos goles del partido, hizo que todos los visitantes se fueran hacia el jugador y que comenzase la tangana, con más de 50 personas peleándose a puñetazo limpio en el campo.