Un total de 130 embarcaciones tomaron la salida frente a las
costas de Cala Bassa y Cala Graciò, donde a lo lejos desde el
litoral se podía observar con unos prismáticos la evolución de los
barcos por el circuito de competición y el barco del Comité de
Regata.
La salida tuvo que retrasarse de las 11,00 a las 13,30 horas por
causa de la llegada del barco de Sant Antoni, que se retrasó. Luego
el campo de regata tuvo que adentrarse mar adentro en busca de un
viento menos racheado, más limpio para la competición.
Gracias a esta variación se pudo disputar el programa de tres
mangas previsto. El viento sopló del suroeste con fuerza de doce
nudos, lo que favoreció un ritmo de regata excelente y que la
competición hubiera finalizado antes de las 18,00 horas de la
tarde.
Al cabo de las tres regatas, el papel de los ibicencos fue
calificado por su entrenador de «fenomenal». Según Quique Más,
director deportivo del Club Náutic Sant Antoni, el mejor papel fue
el de los regatistas pitiusos de la modalidad de 4.7. En esta
categoría Joaquín Blanco lidera la clasifiación por delante de Alex
Solera y David Caro.
En Radial las cosas no salieron tan bien, ya que el mejor
ibicenco clasificado es Moisés Navarro, 31º, por delante de Joao
Pizzuto y Pau Sureda. La competición la domina Bernat Galí, por
delante de Oriol Campó.
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