Tomeu Riera Morro, dirige ahora de forma provisional el Comité balear de Árbitros.

Susana Mañogil
Los árbitros de las Pitiüses podrían volver este fin de semana a las designaciones de Tercera División tras dos semanas de ausencia. El delegado del Comité balear en Eivissa Gregorio Toledo hizo público el malestar que existe en el sector por esta situación.

Miquel Bestard, presidente de la gestora que dirige en la actualidad la Federación balear de fútbol, informó ayer que una de las «irregularidades» por las que José Doménech fue cesado la semana pasada como asesor del comité fue precisamente la «rara» decisión de quitar a los colegiados pitiusos de los tríos arbitrales en Tercera División. «La decisión de retirar a los arbitros la adoptó Doménech, en un intento de ganarse apoyos», dijo Bestard.

Cuestionado sobre la coincidencia de que Domenech prepara una candidatura a la presidencia, dijo que «ha habido aquí, no sólo en Eivissa sino en Mallorca y Menorca, un encuentro raro de intereses y creo que han salido perjudicados los clubes». En referencia a la solicitud de la SD Eivissa de cambiar a los colegiados locales de banda, dese la federación se indicó que el club está en su derecho de solicitar cambios.

Por su parte, el presidente provisional del Comité balear de árbitros Tomeu Riera Morro dijo que esta semana hablará con Gregorio Toledo acerca de la situación generada con el colectivo arbitral pitiuso y se restablecerá la normalidad en las designaciones de tríos arbitrales en Tercera División. «Me he encontrado con este pastel y ahora debemos alcanzar un acuerdo entre todos, clubes y árbitros», afirmó Riera Morro, quien señaló que le consta que el presidente de la SD Eivissa ya solicitó la semana pasada que volvieran a la convocatoria los colegiados pitiusos. El ex árbitro de Primera División reclamó tranquilidad a los colegiados pitiusos, entre los que hay cierto malestar por haber sido utilizados como 'moneda de cambio' por parte de José Doménech en un intento de tener el apoyo de los clubes de Tercera División de las Pitiüses. En este sentido, Bestard manifestó que «no se puede permitir que se manipulen las competiciones; hay que ser lo más transparentes posible».