Agencias|BUDAPEST
Rusia aportó a los Mundiales en pista cubierta los dos primeros récords mundiales con saltos espectaculares de Yelena Isinbayeva en pértiga (4,86) y Tatyana Lebedeva en triple (15,36) en una jornada que no añadió ninguna gloria al cubano Iván Pedroso, lejos del podio en longitud.

Isinbayeva, que ya había batido dos veces el récord mundial este año y después lo había perdido en beneficio de su compatriota Svetlana Feofanova, lo recuperó por un solo centímetro y en su primer intento. Feofanova se había quedado en 4,70 -tercera- y la estadounidense Stacy Dragila, ex plusmarquista mundial, hizo dos inútiles intentos en 4,91.

Minutos antes Tatyana Lebedeva, con dos oros en su historial, hizo olvidar a la anterior campeona del mundo, la británica Ashia Hansen, ausente por lesión, y le arrebató de un golpe el título y el récord mundial de triple con su último salto, de 15,36.

Por lo que se refiere a la actuaciójn española, Antonio Jiménez «Penti» y Sergio Gallardo disimularon con su paso valiente por la final de 3.000 metros el desaguisado español de la segunda jornada de los Mundiales, en la que España, sexta potencia mundial según el ránking, perdió por el camino a un puñado de aspirantes a medalla. Mayte Martínez abandonó la pista llorando, lo mismo que Antonio Reina; Juan Carlos Higuero se despidió a la francesa, Ruth Beitia no acompañó a la final de altura a Marta Mendía y en general el equipo español, que soñaba con ganar en Budapest media docena de medallas, ofreció una pobre imagen.

Penti volvió a demostrar que está de vuelta. El año de ansiedad tras conquistar el título europeo de 3.000 metros obstáculos ha quedado atrás y vuelve a figurar en la nómina de favoritos, por más que el cuarto puesto le haya dejado un regusto amargo.