Íñigo Rodríguez y Marc Pujol han aterrizado este mes en la Peña Deportiva y ya saben lo que es ganar con el equipo. Los dos futbolistas se estrenaron ante el Alaior y esperan aportar su granito de arena para que el conjunto de Santa Eulària logre el ascenso a Segunda División B. «Lo que más me ha sorprendido en los pocos días que llevo en el equipo es la unión que existe en el vestuario», señala Íñigo, opinión que también comparte Pujol: «Yo vengo de Barcelona y allí las cosas son diferentes. Cada uno iba a su aire, mientras que aquí todos son amigos».

Los dos centrocampistas guardan muchos parecidos. Ambos llegan a la Peña tras quedarse sin equipo y con ganas e ilusión por ganarse el respeto de sus compañeros y entrenador. Además, Íñigo y Pujol pueden presumir de currículo. Íñigo Rodríguez ha llegado incluso a jugar en Primera División, con el Zaragoza, con el que llegó a disputar tres partidos en tres temporadas distintas. «Eso ya quedó atrás. Ahora, llevaba tiempo sin jugar, porque no tenía ficha con el Yeclano, y debutar en la segunda parte del partido ante el Alaior me hizo mucha ilusión», dice. Experiencia tampoco le falta a Pujol, que ha sido 17 veces internacional con Andorra. «Debuté con la selección a los 17 años y la verdad es que, aunque no somos Holanda o Brasil, me siento orgulloso de representar a mi país», apunta el futbolista.

Los dos futbolistas tienen muy claro que han llegado a un proyecto ambicioso. «Tal y como están las cosas, creo que lo tendríamos que hacer muy mal para no estar en los play-off por el ascenso. Una vez allí, ya será otra cosa, por que las eliminatorias son una auténtica lotería», señala Pujol. Más comedido es su compañero Íñigo. «Un ascenso siempre es complicado y no hay que vender la moto antes de tiempo.Además, cuando llegas a las últimas jornadas cuesta más sumar los puntos, por lo que hay que seguir trabajando duro», comenta.