España se consuela con la repesca

ARMENIA:Berezovski; Hovsepyan, Vardanyan, Zeciu, Melikyan; Voskanyan, Dokhoyan, Khachatryan, Artavazd Karamyan; Arman Karamyan y Albert Sargsyan.
Cambios:Artur Petrosyan por Arman Karamyan, Movsesyan por Voskanyan y Bilibio por Zeciu.

ESPAÑA:Iker Casillas; Míchel Salgado, Helguera, Marchena, Puyol; Albelda, Baraja; Joseba Etxeberria, Valerón, Vicente y Raúl.
Cambios:Reyes por Vicente, Luque por Raúl y Xabi Alonso por Baraja.

Àrbitro:Urs Meier (SUI). Amonestó a Khachatryan (m.44), Arman Karamyan (m.49) y Albert Sargsyan (m.71).

Goles:
0-1, minuto 7, Valerón.
0-2, minuto 75, Raúl.
0-3, minuto 86, Reyes.
0-4, minuto Reyes.

José A. Pascual (Efe)|EREVÀN

La selección española cumplió con su parte de vencer en Armenia, pero, como marcaba la lógica, Irlanda del Norte no puntuó en Atenas y el equipo de Iñaki Sáez se jugará el pase a la Eurocopa 2004 en la temible repesca, a la que llega con una goleada que alimenta esperanzas, pese a la debilidad del conjunto del rumano Mihai Stoichita.

Sin pensar en lo que ocurría en Atenas, no pudieron ponérsele mejor las cosas a España, porque Valerón abrió el marcador cuando tan solo habían discurrido siete minutos, en la segunda internada por la banda derecha de Joseba Etxeberria. El trabajo infatigable del dúo valencianista Albelda-Baraja en el doble pivote fue una garantía en el robo del balón ante los animosos armenios, que tuvieron como lastre la suplencia de su mejor hombre, Artur Petrosyan, quien lleva varias semanas con problemas físicos. En un terreno de juego bastante irregular, España no es que desplegara un buen fútbol, ni mucho menos, pero sí que solventaba la papeleta con oficio atrás por parte del cuarteto y el despliegue físico del doble pivote.

Luego, con Valerón enorme en el manejo del esférico y en la búsqueda de los huecos, la continuidad de Etxeberria y el despertar de Vicente por la izquierda el peligro era palpable cada vez que la selección española conseguía hilvanar con cierto sentido.

Armenia, como no podía ser menos, ponía ardor, lucha, pelea, pero poco más, porque al intentar imprimir velocidad a su juego perdía en precisión y sus ataques morían o en la medular o en el buen trabajo de contención realizado por la zaga. Precisamente en el primer gran error de ésta, Arman Karamyan puso a prueba a Iker Casillas (m.57) y el madridista respondió como acostumbra en estos casos, con una salida salvadora.

Inquietud