España necesita obtener un mejor resultado en la capital armenia
que el que alcance Grecia en su partido ante Irlanda del Norte en
Atenas para acabar como primera del grupo 6 de esta fase de
clasificación.
Iñaki Sáez y sus hombres, por lo tanto, están a merced de casi
un 'milagro', porque por lo mostrado hasta ahora y por el factor
campo se antoja más que complicado que los norirlandeses, que no
han marcado gol alguno hasta el momento, vayan a sacar al menos un
empate del 'infierno' del Apostolos Nikolaidis. De hecho, ni el
técnico de Armenia, el rumano Mihai Stoichita, lo ve factible.
El nefasto junio, en el que España perdió en Zaragoza ante
Grecia (0-1) y tan solo pudo empatar sin goles en Belfast, dejó al
cuadro de Sáez a merced del equipo que dirige el alemán Otto
Rehhagel, al que un triunfo le asegura el regreso a una gran
competición, algo que los helenos no consiguen desde el Mundial de
Estados Unidos'94.
Pero como «los milagros existen en el fútbol», según ha
reiterado Sáez, a España no le queda otra que soñar con una
heroicidad norirlandesa en Atenas y para ello la palabra unánime en
el hotel de concentración en Ereván es el de victoria, algo, por
otro lado, que se le presupone a este equipo ante un oponente
modesto como Armenia.
Sería imperdonable que Irlanda del Norte cumpliera con «su
parte» y que España no ganara y no aprovechara la situación. Por lo
tanto, el de mañana es uno de esos clásicos envites de vencer y
esperar.
No obstante, hay que recordar que si Irlanda del Norte vence en
Atenas a España le valdría con empatar ante el cuadro armenio, que,
ajeno a la lucha por estar en la Eurocopa, no quiere ser un
convidado de piedra y pretende ofrecer una gran alegría a sus
aficionados.
Stoichita, pese a elogiar y a valorar a los jugadores españoles,
ha cifrado en un cincuenta por ciento las posibilidades de su
equipo de derrotar a España, con lo que Armenia lograría uno de los
resultados más importantes de su corta historia y acabaría con su
mejor registro de siempre en estas fases.
La selección armenia está a años luz de España, pero su
evolución es palpable y notoria. No ha marcado gol alguno en los
tres enfrentamientos precedentes, pero a las distintas escuadras
hispanas siempre le ha resultado complicado hacerse con el triunfo.
El estadio de la República de Ereván no es un feudo ni mucho menos
fácil. Las otras dos favoritas del grupo, Grecia y Ucrania,
sufrieron. Los griegos tan solo pudieron imponerse por 0-1 y los
ucranianos igualaron a dos.
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