José Antonio Diego|PARÍS
Marta Domínguez y Julio Rey devolvieron a España a la senda del éxito en los Mundiales de atletismo de París con sendas medallas de plata ganadas a golpes de coraje en 5.000 metros y en el maratón. La medalla de bronce de Yago Lamela había dejado, el viernes, un sabor agridulce en el equipo español y en el atleta asturiano, que había llegado a la final de longitud como favorito indiscutible. Las platas de Domínguez y de Rey enderezaron, un día después, el rumbo.

Eran las medallas cuarta y quinta, con las que el equipo español superaba netamente la cosecha de hace dos años en Edmonton, donde obtuvo dos de plata y una de bronce. La plata de la palentina fue un premio a su voluntad irrenunciable. En el corto espacio de 100 metros, los últimos, pasó del primer puesto a verse fuera de las medallas y otra vez en el segundo puesto, batiendo sobre la línea a la keniana Edith Masai y a la rusa Yelena Zadorozhnaya.

La carrera transcurrió en grupo hasta sus dos últimas vueltas, cuando Zadorozhnaya aceleró el ritmo. La etíope Berhane Adere, que intentaba el doblete (ya fue campeona en 10.000), cedió en la penúltima vuelta, lo mismo que la rumana Gabriela Szabo, y todos los metales se jugaron al esprint.

Marta Domínguez, que sorprendió al mundo con su medalla de plata en Edmonton, demostró en París que aquél éxito no era flor de un día. Por el contrario, la entonces campeona, la rusa Olga Yegorova, ni siquiera pasó a la final en París.

Julio Rey perdió el mano a mano por el título de maratón, ya dentro del estadio, con Jaouad Gharib, un marroquí de 31 años, segundo en el Mundial de medio maratón.

Gharib, antiguo mediofondista y en posesión de una marca personal de 7:39.22 en 3.000 metros, hizo valer su punta de velocidad frente a un fondista puro, curtido en el barro de las carreras de cross, capaz de soportar ritmos elevados pero de esprint limitado.

Venció el marroquí con la mejor marca en la historia de los campeonatos (2:08:31). A siete segundos llegó Julio Rey, y el italiano Stéfano Baldini, campeón de Europa en 1998, revalidó con un tiempo de 2h09:14 la medalla de bronce que consiguió en Edmonton.

La carrera discurrió bajo la lluvia y con 14 grados por los centros de atracción turística de París.

Chema Martínez, campeón de Europa de 10.000 metros, aguantó en el grupo de cabeza hasta el tirón decisivo de Gharib y acabó decimosexto, un puesto que no cubre sus expectativas.

El vigués Alejandro Gómez estuvo muchos kilómetros en el grupo delantero pero terminó optando por el abandono. Por equipos España se clasificó quinta. La valenciana Concha Montaner dio la nota falsa de la brillante jornada española. En la final de longitud sólo acertó a saltar 6,37 y acabó duodécima.