Una imagen del polideportivo de Blanca Dona, único pabellón con posibilidad de acoger partidos de LEB si se instalara parqué y ampliara su capacidad.

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Los clubes de Eivissa se muestran sorprendidos ante el interés del CB Aracena, propiedad del empresario Julio Gálvez, de instalarse en la isla. Esta iniciativa no tiene precedentes en Illes Balears, al menos, bajo la presidencia de Jaume Estarellas en la Federación balear de baloncesto, según comentó el mismo presidente.

Los responsables de los clubes consultados hicieron esta valoración en el marco de la entrega de trofeos de la temporada 2002-03, celebrada ayer en el Club Náutico Ibiza. La mayoría coincidió en valorar como bueno para el desarrollo del baloncesto insular la instalación en la isla de un proyecto de Liga LEB, aunque con el matiz de que el apoyo a este tipo de ofertas por parte de las autoridades no debe mermar las ayudas a los clubes de Eivissa. El temor de éstos se centra en que el beneficio en cuanto a promoción en la península haga olvidar a las autoridades el trabajo se vienen desarrollando aquí.

Respecto a si creen que el proyecto saldrá adelante, la totalidad de los clubes consultados hizo patente su escepticismo. Concretamente, los responsables de los clubes Ses Salines y Sa Graduada, por ser actuales referencias del baloncesto insular masculino -en especial el segundo, ya que el interés de Gálvez parece centrarse en la ciudad de Eivissa- se reconoció que la instalación de un equipo externo podría coartar el avance de estos clubes.

Así, el presidente del Sa Graduada, José Luis de la Osa, dijo que: «No me parece bien y esto ya es una cosa política; lo normal es que el Ayuntamiento apoye a equipos de aquí, porque apoyar a un equipo de fuera no sería coherente». Sobre la posible competencia como referente del baloncesto local, De la Osa aseguró que no se plantea la llegada de un equipo de esta forma como una competencia sino en relación a desarrollo del baloncesto. «No creo que sea una buena medida para que el baloncesto suba en Eivissa», apuntó.

Por su parte, Bartolomé Serra, presidente del CRiC Ses Salines, indicó no entender que un equipo de Liga LEB quiera instalarse en la isla e indicó que «si es bueno para el 'bàsquet ', adelante; pero creo que coartaría el avance tanto de mi club como del Sa Graduada». La presidenta del Can Cantó, Marisa Martín, dijo que este tipo de iniciativas «hacen más fuerte al baloncesto, aunque con el matiz de que aquí no hay mucho dinero y las instituciones todavía tienen que dar mucho a los clubes de Eivissa, que luchan desde hace años porque los niños aprendan este deporte».

Desde el PDV, el vicepresidente del club, Vicente Torres, comentó su escepticismo acerca de que el proyecto de Gálvez cuaje en Eivissa, al igual que el resto de responsables de clubes. El vicepresidente del Tanit también coincidió con Torres y agregó que «para subir el nivel del baloncesto no hace falta que vengan de fuera proyectos, lo que hace falta es que ayuden a los que surgen en la ciudad».

Desde la delegación pitiusa de baloncesto, el presidente de la misma, Miguel Tomas, mostró su sorpresa ante la iniciativa de Gálvez y apuntó que «no hay necesidad de que venga nadie de fuera para tener un equipo LEB o EBA; con dinero se puede hacer un pabellón, pagar la plaza y montar un equipo». Según Tomás, el proyecto «no cuajará» en Eivissa.

Por su parte, Jaume Estarellas, presidente de la Federación balear de baloncesto, apuntó que este tipo de iniciativas «si es sumar a favor del deporte, divino; pero hay que tener garantías cuando alcance la ACB, el proyecto se queda en Illes Balears y no salta a otro lugar».

Julio Gálvez, propietario del CB Aracena, confirmó tener sobre su mesa varias opciones, entre ellas la de Eivissa, para negociar la instalación del equipo LEB. Sobre la opción de Ponts, Gálvez ha dicho que hay un 80 por ciento de posibilidades de que se alcance un acuerdo con el Ayuntamiento. «Es una población muy pequeña y las ayudas son pocas», comentó Gálvez, quien mostró su interés de que el club se asiente en una población más grande «de cara al futuro». El objetivo a largo plazo del empresario es «ambicioso» puesto que consiste en alcanzar la Liga ACB en el plazo de dos a tres años. A este respecto, el alcalde tiene claro que «tendremos que cambiar de población». El municipio leridano tiene un presupuesto hecho para la adaptacion del pabellón local a las exigencias de la LEB. Las opciones de Eivissa y Palma están vinculadas pero Gálvez está dispuesto a «escuchar todas las propuestas antes de tomar una decisión». Incluso Dimitri Piterman está interesado en el proyecto.