El corredor del CSC invirtió un tiempo de 5h.09.32 en un
recorrido en el que se recuperaba el llano después de las tres
etapas alpinas y bajo un sol de justicia. Pudo firmar una escapada
que nació en el km 16. El pelotón, en día de cicloturismo y
reflexión llegó a 21.24 minutos. Piil y Sacchi fueron los únicos
que arriesgaron para ganar y decidieron jugar sus bazas ante la
mirada de otros 6 corredores que mientras se ponían de acuerdo se
les iba el tren. Los dos firmaron un pacto de relevos hasta que
faltaran 1500 metros.
En ese punto se dieron la mano y se buscaron la vida cada uno
por su lado. Arrancó primero Sacchi, pero no por madrugar más le
acompañó la suerte. El danés fue más listo y rápido en el momento
justo. Reconoció que no entendió nada de lo que le dijo el italiano
cuando acabó el trabajo común.
A 48 segundos se presentó el holandés del Rabobank De Groot y a
2.07 los otros representantes que se escaparon en el kilómetro 16,
con Chente incluido. El navarro atacó lejos de meta, sin fortuna,
lo mismo que Gutiérrez, quien no pudo sacar tajada de una escapada
de 30 kilómetros. Llegó fundido por el esfuerzo, a 5 minutos y
alejado de sus antiguos compañeros de fuga.
La general no admitió cambios de ningún tipo. Armstrong se paseó
de amarillo en espera de las próximas citas importantes, la
contrarreloj del viernes y el paso de los Pirineos a partir del
sábado. El pelotón echó de menos a Beloki, quien llegó a Vitoria.
Mayo sigue siendo el primer español, tercero a 1.02, con el kazako
Vinokurov en la segunda plaza a 21 segundos. La jornada más que de
transición fue de reposo para los favoritos en sus distintas
clasificaciones. El pelotón lo tuvo claro desde el principio para
dar barra libre de escapadas. El récord de retraso se bordeó cuando
los escapados estaban a 24.50 en el kilómetro 153.
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