El atleta ibicenco Antonio Lorenzo Bustamante, del CA Pitiús, se suma hoy en Madrid a la concentración de la selección nacional que viajará a Canadá para participar en los concursos de longitud del Mundial juvenil de esta disciplina. La circunstancias en las que acude son especiales, va invitado por la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), porque el atleta es de categoría cadete, no ha cumplido los quince años, y tiene marcas que saltan atletas dos años mayores que él.

Lorenzo es consciente de que es una oportunidad «importante, siendo cadete» y apuntó su «ilusión» por acudir a un mundial juvenil. «Con estar allí ya me conformo, aunque mi objetivo es mejorar mi marca de 7,26 metros -récord de España cadete- y sé que es difícil porque los atletas que van son muy mayores», destacó.

Una vez en Canadá, donde el mundial juvenil se disputa en la ciudad de Sherbrooke, el ibicenco espera superar los 7,26 metros que actualmente es su mejor marca personal. «Con mejorarla me conformó y pasar a la final, porque creo que ganar es imposible con juveniles de segundo año compitiendo allí». La mínima de la RFEA para longitud estaba en 7,20 metros.

Lorenzo comenzó en el Club de Atletisme d'Eivissa (CAE) hace tres años, dejando atrás su paso por el fútbol sala. «Yo no quería apuntarme al atletismo y mira, pero mi padre insistió», recordó el atleta del Pitiús quien considera que su prueba es la longitud aunque entrena también velocidad sobre 400 metros vallas y lisos.

Aunque la preferencia del atleta cadete se decanta por la longitud, su entrenador, Toni Roig, no quiere que se circunscriba a esta especialidad dada su juventud. En cuanto a su técnica, Lorenzo reconoce que «tengo cosas que mejorar, pero poco a poco voy pillando las cosas».

En cuanto a sus modelos, el atleta de casi 15 años indicó que «Yago Lamela es el saltador de longitud en el que más me fijo».

La trayectoria de Lorenzo, en comparación con las actuales referencias de la longitud española, ha llamado la atención de muchos técnicos. Yago Lamela a su edad aún no había superado los seis metros (5,91 metros), mientras que Raúl Fernández, cuya trayectoria ha estado marcada por las lesiones, a los quince saltó sobre 6,59 metros. Lorenzo, en un año ha pasado de saltar sobre 6,14 a saltar sobre 7,26 metros, un registro interesante que apunta una progresión del atleta hacia la superación de los 8,00 metros si su carrera sigue su curso normal.