Felipe Recuero|PARÍS
El australiano Bardley McGee (Fdjeux.com) dio la sorpresa en los primeros 6,5 kilómetros del Tour del Centenario y se enfunda la primera camiseta de la denominada edición especial, que tuvo un comienzo un tanto extraño al no estar en los primeros puestos ninguno de los favoritos.

Un prólogo que tuvo por escenario la emblemática Torre Eiffel de París y como llegada la no menos majestuosa avenida de Motte Picquet. Un lugar bucólico que descentró a muchos de los aspirantes a esa primera camiseta, especialmente a Lance Armstrong y al colombiano Santiago Botero, actual campeón del mundo de contrarreloj individual.

Los primeros 6,5 kilómetros fueron recorridos por el flamante primer líder del Tour Bradley McGee en 7 minutos, 26 segundos y 160 milésimas; mientras el británico David Millar era segundo igualado a minutos y segundos pero con 80 milésimas más que el ciclista de las antípodas, como consecuencia de un percance con la cadena de su bicicleta cuando ya veía la línea de meta.

En la tercera posición quedaba ubicado una de las figuras del día, el español Haimar Zubeldía (Euskaltel Euskadi) a 2 segundos. Armstrong hacía séptimo a siete segundos y Botero el noveno a nueve segundos, diferencias que dejan a las clara que no tuvieron su día, pues aunque entre los primeros estuvieron todos los especialistas, menos el australiano Michael Rogers, en su caso no quedar entre los tres primeros es un pequeño lunar. Quizás se recrearon en el paisaje.

Al que no despistó tanto arte y cultura fue al español Haimar Zubeldia (Euskaltel Euskadi), pues su registro de 7 minutos y 28 fue la marca a batir durante casi dos horas. Una de las revelaciones del prólogo, pero ninguna sorpresa, pues cuando se encuentra bien es uno de los mejores en esa complicada modalidad ciclista y en esta ocasión la tuvo.

Tampoco lo hizo nada mal Joseba Beloki (ONCE Eroski), segundo en la pasada edición. El español apretó los dientes de principio a fin de esos 6,5 kilómetros y lograba un acoplamiento perfecto sobre su bicicleta lo que le permitió situarse inmediatamente detrás de Armstrong a nueve segundos.

Un comienzo de carrera muy igualado por las mínimas diferencias entre los que parten como candidatos al podio final y un tanto sorprendente por el triunfo de McGee, un corredor que se defiende perfectamente en la pista en la que ha conseguido importantes triunfos, pero que en la carretera no termina de aplicar a tope su sabiduría y fuerza.

Así un prólogo en el cual Armstrong no pudo conseguir su objetivo de comenzar vestido con la prenda que terminó el pasado año, pues se le colaron varios corredores y con ello no logró su objetivo, que no era otro que llevarse esa histórica camiseta.