El G-30, integrado por ocho equipos de Primera y los 22 de Segunda, acordó ayer por mayoría el aplazamiento del inicio de la próxima temporada 2003-2004, previsto para el próximo 31 de agosto, durante la Asamblea General Extraordinaria de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), celebrada ayer en la sede de dicho organismo en Madrid.

Los 30 clubes reunidos, en ausencia de los 12 equipos de primera división, votaron, con 28 sufragios a favor, 1 abstención (Valladolid) y 1 en contra (Murcia), no iniciar la próxima Liga de fútbol en Primera y Segunda División hasta que no se garantice un contrato de televisión, que expira para todos ellos el próximo 30 de junio, que satisfaga a todos los clubes.

No obstante, la Liga comunicó que en estos momentos se negocia con varios compradores para concretar una oferta al alza para los 39 clubes sin contrato -Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid ya lo tienen firmado- y asegurar una explotación óptima en televisión de los derechos de los 42 clubes.

La LFP, a través de su presidente Pedro Tomás, confirmó que la Asamblea decidió sindicar su voto en todos los temas que afecten a la negociación de derechos de televisión con el objeto de facilitar las negociaciones para la concreción de las ofertas.

Pedro Tomás reiteró el propósito de la LFP de aunar esfuerzos para lograr la mejor oferta para el conjunto del fútbol profesional español y que este organismo ya ha trasladado al gobierno su desacuerdo con el actual reparto de las quinielas, «al aportar una cantidad económica insignificante que no refleja la importancia de los clubes en la generación de los ingresos».

Asimismo, la Liga de Fútbol Profesional subrayó los «graves perjuicios» que implica para los intereses económicos de las Sociedades Deportivas privadas la actual Ley de Retransmisiones, aunque en ningún momento planean plantar batalla a la legalidad vigente y seguirán respetando el partido en abierto.

La Asamblea aprobó también por mayoría la modificación del artículo 12. Según esta modificación, los equipos tan sólo contarán con un voto aunque sus filiales logren el ascenso a Segunda División.