La derrota del Pamesa ante el Breogán y el triunfo del Barcelona en
Granada han vuelto a despejar el panorama azulgrana en el liderato
de la Liga ACB, distanciado ahora por dos victorias de la amenaza
valenciana que se ha mostrado incapaz de mantener con regularidad
el ritmo competitivo de los dueños de la cima.
A falta de ocho jornadas para el final de la primera fase la
situación de la cabeza de la tabla parece uno de los pocos aspectos
con cierta luz en la competición. No ocurre lo mismo en el resto de
objetivos, cada vez más pendiente del transcurrir del torneo.
El Barcelona no sufrió sobresaltos en la pista del colista
(66-81). La intimidación de Roberto Dueñas y la capacidad
resolutiva de Juan Carlos Navarro y Dejan Bodiroga bastaron. El
revés del Pamesa en Lugo (88-77) reabre la lucha por la segunda
plaza. El equipo de Paco Olmos, apartado de la solidez desde que se
disputó la fase final de la Copa, está amenazado ahora por el
Unicaja, que se sobrepuso a las ausencias en el juego interior y
que solventó la visita del Madrid para lograr su decimonovena
victoria, una menos que el bloque valenciano.
El cuadro de Bozidar Maljkovic, además, respira tranquilo en su
ubicación con la derrota del Estudiantes ante el Fórum (79-83). El
excepcional partido de Felipe Reyes -treinta y un puntos y
dieciséis rebotes- cayeron en saco roto ante el trabajo de
McCaskill y compañía, especialmente Montáñez y Odriozola, que
rentabilizaron su esfuerzo con un triunfo que emana un sabor
provisional de permanencia.
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