Los incidentes del domingo en el campo del Sevilla han producido multitud de reacciones de condena.

EFE-SEVILLSA La Policía ha detenido a cinco jóvenes por los incidentes ocurridos durante el derbi entre el Sevilla y Betis, en el fue brutalmente agredido un guardia de seguridad y el meta bético Toni Prats sufrió un intento de agresión, lo que ha causado gran indignación en la ciudad y en ambas aficiones. Tres de estos seguidores violentos del Sevilla han sido detenidos por su presunta participación en la agresión sufrida, antes del inicio del partido y detrás de la portería de Gol Norte del Ramón Sánchez Pizjuán, por el vigilante de seguridad Antonio Orrego Montes, que tiene fractura de tabique nasal y fisuras en varias costillas, según informó a Efe un portavoz de la Policía.

Los detenidos son Samuel F.F., de 23 años, que pasará hoy a disposición judicial; un menor del que no se ha facilitado la identidad, que está previsto que pase a disposición del fiscal de menores; y Diego R.T., de 20 y que comparecerá hoy ante el juez, mientras que la Policía Nacional no descarta nuevas detenciones. Sí están ya a disposición judicial los otros dos detenidos: Mario S.A., de 28 años, por resistirse a la Policía al negarse a retirar una pancarta que incitaba a la violencia; y Francisco C.P., de 29 años, y que fue detenido al saltar al campo y abalanzarse sobre el portero Toni Prats para agredirle.

El Sevilla, cuyos dirigentes, igual que los técnicos de ambos equipos, expresaron anoche su repulsa por estos incidentes, ya ha verificado que el joven que saltó al césped, al parecer ebrio, es socio del club, del que será expulsado de por vida como abonado. El portero Prats quitó hoy importancia al incidente y dijo que fue «una sorpresa desagradable», pero consideró «más grave la del guardia de seguridad» que fue agredido al intentar evitar que los «ultras» se quedaran con los balones con que calentaba el Betis.