Efe MADRID
El Manresa sorprendió a un Barcelona plagado de estrellas -a pesar de la baja de Bodiroga por lesión- a base de coraje y buena defensa al vencer por 73-71 con Ferran Laviña como líder.

Laviña materializó el triunfo local con la canasta decisiva a dos segundos del final (después que Fuka anotara sólo un tiro libre con 71-70 a 6 segundos). Pero Laviña hizo mucho más. Fue con 28 puntos el máximo anotador del partido. Sus triples (7 de 9) llegaron en los momentos clave para meter a su equipo en el partido, tras ir siempre a remolque por culpa de un pésimo primer cuarto (10-25).

El Barcelona empezó muy cómodo. Defendía bien y su rival estaba en la misma línea que en Canarias, donde sufrió un serio correctivo, al perder por veinticinco puntos en la primera jornada ante el Aunacable. Los aficionados locales que fueron al Nou Congost para ver de cuántos perdía su equipo esta vez, tenían argumentos para continuar siendo pesimistas.

En el segundo cuarto el Barcelona ya no presionaba en defensa y si lo hacían los de Ricard Casas, conscientes de que únicamente así podrían plantar cara a éste y cualquier otro rival.

La entrada de Oliver dio confianza y mayor fluidez al ataque manresano. Un triple suyo (15-27), seguido de otros dos consecutivos de Peñarroya y Laviña (21-27 m.14), fueron el pistoletazo de salida a la reacción manresana, que no se concretó hasta el último cuarto. Navarro y Jacikevicius se encargaron de aplazarla, para llegar al descanso con una clara ventaja visitante (29-40).

En el tercer y último cuarto, el Manresa se acercó varias veces a uno y dos puntos, pero no fue hasta 3´22 para el final, que con un triple de Schmidt -con molestias todavía en la espalda, que le impiden jugar a su nivel habitualse puso por primera vez con ventaja (68-66).

El Barcelona dio muchas facilidades, y el Manresa supo aprovecharlas, para no dejar de dominar en el marcador hasta el final, a pesar de que Fuka dispuso de tiros libres para adelantar de nuevo a los de Pesic, en dos ocasiones en el último minuto.