«Chente», de 30 años, contribuyó con la cuarta etapa para su
equipo, después de las conseguidas por Pablo Lastras (2) y Santi
Blanco, y puso fin a una racha de segundos y terceros puesto» que
le tenían estancado desde 1997.
El ciclista de Tafalla celebró su momento glorioso a lo largo
del último kilómetro, cuando vio que ya nadie le podía alcanzar.
Loco de alegría pasó la meta con 4h.24.27. Remataba a lo grande su
valentía, pues atacó en el descenso de Serranillos y luego puso un
ritmo muy fuerte hasta Avila.
Por detrás parecía que los favoritos se daban un respiro, pero
en el adoquinado y junto a las murallas de la ciudad, Aitor
González atacó en seco dejando a todos sus rivales clavados. Heras,
Beloki y Sevilla vieron marcharse al corredor de Kelme, quien al
final picó cuatro segundos al maillot oro, diferencia corta pero
moralmente elevada.
La etapa se presentaba con una fuerte carga histórica de
emboscadas y sustos de última hora que a más de uno le costó la
Vuelta. Que se lo digan al director del Euskaltel Julián Gorospe,
víctima en 1983 de una exhibición del francés Bernard Hinault,
vencedor final tras endosar más de 20 minutos al corredor
español.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.