La polémica está servida. La interpretación que la Federación
Balear de Fútbol (FBF) hace de la normativa del deporte escolar no
se corresponde, según indicaron ayer a Ultima Hora Ibiza y
Formentera servicios jurídicos de la dirección general de
Deportes, al espíritu con que se realizaron las últimas
modificaciones de los estatutos del fútbol balear. Estas
modificaciones aclaraban precisamente que los clubes pueden
contratar cualquier seguro deportivo y no necesariamente el que le
proponga la Federación. Sin embargo, la FBF pone sus acuerdos
estatutarios por encima de la normativa que rige el deporte escolar
en Balears.
De hecho, en un escrito remitido al CF Rapid, pese a reconocer
el derecho del club a afiliarse al seguro que desee, recuerda un
acuerdo asambleario del pasado 29 de junio a propuesta de la junta
de gobierno de la FBF en referencia al artículo 80, 1º D, del
Reglamento General de la FBF, que atañe a los seguros deportivos.
Según el texto del comunicado que suscribe el secretario general de
la FBF, Manuel Bosch, «fue aprobado por mayoría absoluta que la
compañía aseguradora de la FBF sería solo y exclusivamente la
Mutualidad de Previsión para Futbolistas Españoles».
Al respecto, los abogados del Govern niegan que exista una
contradicción entre estatuto y normativa, sino que lo que existe es
un error de interpretación. Las mismas fuentes indicaron que, en
caso de contradicción, siempre tendrá mayor rango la normativa
autonómica sobre el estatuto federativo. En este estado de cosas,
según han informado varios directivos del Rapid, el delegado
insular de la Federación Balear de Fútbol (FBF), Pepe Roselló,
rechazó las fichas de jugadores en edad escolar de la entidad por
no ir acompañadas por el seguro de la Mutualidad de Previsión
Social de Futbolistas Españoles, sino una aseguradora diferente. En
concreto, era la Mutua General Balear que tiene un coste de 2'60
euros (435 pesetas).
El presidente del Rapid, Toni Roig, afirma haber recibido
«presiones» de Roselló quien se negó a firmar las fichas de los
jugadores "siempre de categorías hasta cadete" si no presentaban el
dinero que exige la citada Mutualidad de Futbolistas, unos 33 euros
(5.000 pesetas) y llegó a decir «que con los presupuestos de la
delegación no se puede jugar». A juicio de Roig este problema puede
tener repercusión «a nivel balear, no sólo en Eivissa y
Formentera». Esta redacción trató ayer por la tarde de ponerse en
contacto con el delegado insular de la Federación Balear de Fútbol,
Pepe Roselló, sin exito.
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