Efe MÚNICH
El atletismo español respondió a los expectativas más optimistas y se confirmó como una de las grandes vencedoras en los Europeos de Múnich tras sumar 15 medallas, "seis de oro, tres de plata y seis de bronce", una cota muy lejana de las nueve logradas en Helsinki, que era hasta el instante el mejor resultado conseguido por la Armada y que le deja en tercer lugar en el medallero.

La delegación española, que ya había demostrado su potencial en el Europeo indoor disputado a comienzos de marzo en Viena, donde obtuvo once medallas.
España que finalizó en tercera posición dentro del medallero, por detrás de rusos y británicos, contó como viene siendo con la aportación histórica del fondo y semifondo, aunque en esta ocasión la velocidad tuvo un lugar destacado con Alozie y Canal.

La marcha fue la primera en abrir la senda de las victorias españolas. Paquillo Fernández se colgaba el oro en la prueba de los 20 kilómetros, olvidando de esta forma las críticas después de que su bronce en Budapest no encontrase continuidad en las siguientes pruebas. La jornada se completó con el bronce en esta misma prueba de Juan Manuel Molina. Los marchadores españoles volvieron a subir al podio en la prueba de 50 kilómetros por medio de Jesús Angel García Bragado.

La segunda jornada arrojaría un nuevo doblete, oro y bronce, de la Armada en una prueba. Los 10.000 metros volvió a colocar a un español en lo más alto del podio con la victoria de Chema Martínez después de imponerse en un apretado final a Dieter Baumann, campeón olímpico de 5.000 en los Juegos de Barcelona, y que regresaba a un campeonato internacional después de cumplir dos años de sanción por dopaje. El tercer lugar fue para Jose Ríos, que partía como el gran favorito.

La tercera jornada de los Europeos contaban con uno de las citas fuertes para la delegación que dirige José María Odriozola, la final del 1.500 y en donde España contaba con tres representantes. De nuevo el semifondo nacional respondió y Reyes Estévez, campeón en Budapest, conseguía la plata, después de protagonizar un final de infarto junto al francés Mehdi Baala, proclamado vencedor después de que la organización deliberara durante 10 minutos.

La jornada se cerraba con las platas de David Canal, en 400 metros, y Mayte Martínez, en 800, que se consolidaban dentro de la élite europea en unas, siendo los primeros españoles que destacaban en una cita continental en unas pruebas donde la velocidad contaban con una nota destacada.