Susana Mañogil Campoy

"Hace diez años que la selección española dio la campanada en las Olimpiadas de Barcelona, ¿cómo era aquel equipo?
"Nos conocíamos perfectamente. Llevábamos dos años, desde el europeo de Barcelona 90 con un entrenador ruso, Víctor Sidoruk. El ruso había sido contratado para esto. Comenzamos 15 personas, pero el resto se fue quedando por el camino, fundamentalmente lesionada porque no podían aguantar el entrenamiento de Víctor. Fue como una selección natural. Los tres que llegamos a la olimpiada éramos los únicos que no nos lesionamos. Incluso íbamos allí sin tener un reserva, que era una opción que nos daba el reglamento. Era un entrenamiento muy duro, de diez a doce horas diarias, tirando trescientas o cuatrocientas flechas al día, con un día de descanso a la semana, masaje, piscina,... La verdad es que fue agotador y trabajado. Esta era la única manera para conseguir medallas y ponerse al nivel del resto de selecciones. Una vez ahí, con un poco de suerte y factores pequeños se decidió la balanza hacia nuestro lado.

"Pese a todo, ¿se vivió como una sorpresa que España accediera al oro olímpico?
"Sí, para mucha gente sí lo fue. No para el círculo cerrado del tiro con arco, pero para el resto fue una sorpresa. Muchos no sabían que hubiera tiro con arco en los Juegos Olímpicos.

"¿Cree que se ha aprovechado por parte de la Federación y de las instituciones el haber tenido tres campeones olímpicos en Barcelona '92 para promocionar el tiro con arco?
"No. Un no rotundo. No lo han aprovechado nada. También es problemático porque es un deporte minoritario. Tiene 4.000 licencias en España, de las que 300 ó 400 arqueros en toda la nación compiten en los diferentes torneos. Es aburrido de ver. Si lo practicas, es bonito; pero reconozco de para verlo es aburrido. Una competición de dos horas viendo tirar flechas sin entender porque la diana está lejos y donde no hay unos paneles que te lo digan o que anuncien las puntuaciones, pues hace difícil la comprensión. Creo que se podrían plantear otras maneras y buscar soluciones para hacerlo más atractivo.

"¿Cómo ve el trabajo del tiro con arco pitiuso?
"La verdad es que aquí va muy bien. Eivissa tiene el 80 por ciento de la cantera de España. Este tema lo lleva Carlos Morillo y le hecho una mano de vez en cuando. Soy masajista deportivo y a los chavales les doy masajes a veces; reviso el material cuando hay algún problema; Carlos me pide que le ayude a ver la técnica de alguno para mejorar; llevamos una colaboración entre los dos. Creo que lo hace muy bien; este año Lara Samperio ha quedado campeona de España absoluta y subcampeona júnior. Los chicos también están a buen nivel. Sobre todo Raúl Riera y Carlos Cornelis que están en la Blume con beca. Y luego los que estan aquí en categoría cadete que irán al campeonato de España en septiembre.

"¿Cómo se consigue esto?
"Pues con el trabajo que realiza Carlos. Un seguimiento día a día de los chicos, verlos entrenar, mejorando poco a poco y apoyándoles en todo. Carlos es psicólogo especializado en deporte, y les ayuda en lo psicológico. En la Federación española quieren resultados rápidos, pero el tiro con arco no es predecible y es difícil de planificar.

"Entonces, ¿no es tan fácil como parece practicarlo?
"Parece fácil, pero en hombres tienes que hacer entre 19 y 20 kilos de fuerza para abrir el arco de competición. En mujeres, un poco menos, 15 ó 16 kilos. Si se multiplica por 144 lanzamientos se hace la cuenta de la fuerza que hace falta en sólo una competición. Hay que estar bien física y psicológicamente. Es complejo.