Albert Luque, en una secuencia del entrenamiento de ayer.

Efe ULSAN
«Ahora comienza el Mundial de verdad», dijo Raúl González a la conclusión del partido ante los surafricanos. Y de eso son conscientes todos los jugadores de la plantilla que dirige José Antonio Camacho. Los nueve puntos obtenidos en los tres primeros encuentros de nada servirán el domingo ante los irlandeses. En la primera fase hay tiempo y partidos para reaccionar después de un mal comienzo. A partir de ahora, un mal día puede significar la vuelta a casa.

Pero sí es cierto que las victorias ante Eslovenia, Paraguay y Suráfrica han servido para que el equipo español afronte el compromiso ante la selección que entrena Mick McCarthy con mucha más fe en sus posibilidades de superar también la segunda fase del campeonato.

España ha tomado el buen camino en este Mundial. Raúl, que atraviesa un excelente momento de forma, se ha convertido en el líder que necesitaba el equipo y, a priori, la selección de Camacho parte como favorita ante los irlandeses.

El técnico de Cieza sólo tiene a un jugador con problemas físicos, del delantero del Deportivo Diego Tristán, que sufrió un estiramiento del abductor izquierdo durante el encuentro ante los paraguayos. Tristán se ejercitó esta tarde sobre el campo de entrenamiento del cuartel general español en Ulsan durante unos cincuenta minutos, aunque lo hizo a un ritmo muy suave y es muy complicado que esté a punto para el domingo.

Pero Fernando Morientes ya ha demostrado en este Mundial que vive un momento dulce. Sólo jugó unos minutos ante Eslovenia, pero frente a Paraguay, aunque tampoco fue titular, firmó dos goles en la segunda mitad que posibilitaron la remontada española ante el equipo de Cesare Maldini.