Efe SEÚL
La selección de Corea se someterá a una dura prueba contra Estados Unidos para intentar escribir otra página de su historia y pasar a los octavos de final del Mundial en Daegu, donde las medidas de seguridad serán casi tan protagonistas como los jugadores por el temor a acciones contra los norteamericanos.

Dos de los equipos revelación del campeonato tendrán la oportunidad de confirmar la buena imagen dada en sus partidos de debut, en los que los locales no dieron opciones a la selección de Polonia (2-0) y los estadounidenses sorprendieron a los portugueses y su cartel de favoritos.

Guus Hiddink y sus hombres, que rompieron el maleficio de no haber logrado un triunfo en sus cinco mundiales, están a una victoria de asegurar el pase a octavos. «Será espectacular» dijo el técnico holandés de Corea, que augura «una batalla» sobre el césped del estadio de Daegu.

Hiddink no cree que el sentimiento anti-americano surgido en el pueblo coreano, pese a los acuerdos políticos y económicos que unen a los dos países, vaya a tener una respuesta en el terreno de juego. «La única historia es la historia del fútbol de dos países que se han enfrentado recientemente y que nos deja a ambos con un 50 por ciento de posibilidades», señaló Hiddink, en alusión a los dos últimos partidos que enfrentaron a ambas selecciones. Sus últimos encuentros, un amistoso en diciembre y en la Copa de Oro, se saldaron para Corea (1-0) el primero y a favor de Estados Unidos (2-1) el segundo.

Hiddink no ha confirmado si podrá contar con los dos goleadores, que resultaron lesionados en el primer partido: Hwang en la espalda y Yoo en una rodilla, aunque normalmente igual que el extremo Lee Young-pyo, ausente por lesión ante Polonia.