Efe MONTREAL
El alemán Michael Schumacher (Ferrari F2002) consiguió ayer otra victoria elaborada, esperando su oportunidad, para finalmente dar la 150 victoria a la escudería Ferrari, al imponerse en el Gran Premio de Canadá.

Los adelantamientos espectaculares han corrido a cargo del brasileño Rubens Barrichello (Ferrari F2002) al final de la primera vuelta para situarse líder y del colombiano Juan Pablo Montoya (Williams FW24 BMW), que también en la recta de meta superó a su compañero, el alemán Ralf Schumacher y al finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), pero al final ganó el de siempre.

Barrichello partía con una táctica distinta a la de Michael Schumacher, dos paradas, pero la neutralización de la carrera entre las vueltas 15 y 17, para poder retirar el Bar-Honda del piloto local Jaques Villeneuve, que tenía el dudoso honor de ser el primero en retirarse, la condenó al fracaso.

También Juan Pablo Montoya, que en esos momentos era segundo tras Barrichello, aprovechó la salida del coche de seguridad para detenerse por primera vez para repostar y cambiar neumáticos y eso fue también un error, aunque luego la rotura del motor, después de parar por segunda vez, le privó también del segundo puesto, que parecía lo máximo a que podía aspirar.

Así Michael Schumacher, a favor de los acontecimientos y sin realizar mucho esfuerzo se situaba en primera posición a falta de diecinueve vueltas y la retirada de Montoya le daba la tranquilidad de los 21 segundos de ventaja que llevaba en esos momentos al británico David Coulthard (Mclaren-Mercedes), que heredaba el segundo puesto.

A partir de ese momento Schumacher se dedicaba a administrar su ventaja para evitar averías, se le había roto el motor en los entrenamientos libres de la mañana y había salido a disputar la carrera con el coche de reserva, y cruzaba la línea de meta con poco más de un segundo de ventaja sobre Coulthard, que nunca le llegó a inquietar.