El triunfo ante Eslovenia en Gwangju (3-1) ha resultado
balsámico para los españoles, que esta mañana efectuaron un
entrenamiento muy suave, en especial para los que jugaron ante los
eslovenos, y por la tarde se trasladaron al estadio Munsu de Ulsan
para ver en directo el partido Brasil-Turquía.
Mucho menos relajada, por supuesto, fue la jornada para los
eslovenos, y tampoco fue el lunes que hubiera deseado la selección
de Paraguay, que ayer desperdició una ventaja de dos goles ante
Suráfrica y tuvo que conformarse con un empate (2-2) que le supo
casi a derrota.
Para los surafricanos, sin embargo, el punto que cosecharon el
domingo ante los paraguayos es todo un tesoro, sobre todo por la
forma de obtenerlo, y una inyección extra de moral para afrontar su
segundo compromiso, el 8 de junio ante Eslovenia.
La selección española regresó a su cuartel general de Ulsan
sobre las dos de la madrugada hora local, y ayer por la mañana los
jugadores que no saltaron al césped del estadio de Gwangju se
entrenaron durante una hora y cuarto bajo un intenso calor.
Los que jugaron ante Eslovenia se dedicaron a hacer carreras a
ritmo suave alrededor del campo para desentumecer los músculos
después del esfuerzo del partido de ayer.
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