Pedro de la Rosa, en su cuarta participación en Mónaco ha
logrado, por fin, llevar el coche a la línea de meta y lo ha hecho
en décima posición, a siete décimas de su compañero de equipo.
Vencedor en el año 2000, Coulthard en este circuito y a pesar de
que no contaba mucho en los pronósticos, partió como un misil al
darse la salida, sorprendió al colombiano Juan Pablo Montoya
(Williams FW24 BMW), que ocupaba el primer puesto, y se situó
primero para ya no abandonar ese puesto.
Su fulgurante salida invitaba a pensar que había salido con poca
gasolina y haría dos paradas para repostar, pero sus tiempos altos,
rodaban más rápidos los hombres de cola que el líder, pronto
indicaron lo contrario y tras él se formó un tren encabezado por
Montoya y Michael Schumacher, dispuestos a aprovechar la más mínima
posibilidad para superar al líder.
Coulthard, a partir de la decimoquinta vuelta, de las 78 de que
constaba la carrera, comenzó a rodar a un ritmo más acorde con el
puesto que ocupaba, mientras por detrás Montoya y los hermanos
Schumacher se desesperaban al no poder adelantarle.
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